HOLA (1)

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- No se me ocurre otro nombre, así que por el momento se llamara así. Esta monda quedo mas largo de lo que esperaba- 

La pelinegra caminaba como podía con una mano apoyada en su espalda, el peso de su barriga era demasiado para ella quien siempre había sido pequeña. Mucho más menuda que Rachel y Sam e incluso más "delicada" que el resto de sus compañeras de patinaje. Por eso no era sorprendente que su pancita de embarazada sobresaliera tanto de su pequeño cuerpo. Parecía más barriga que cuerpo, pero eso no le restaba belleza, le daba un brillo y aún más belleza, cosa que la pelinegra no creía.

Paso cerca al inmenso lago, portaba un pantalón negro, una camisa a rayas blanco y negro, encima una ruana o abrigo tejido de lo más cómodo en color beige con cuello tortuga alcanzando a tapar su sonrosada nariz y sus ahora regordetas mejillas y un gorro cubriendo su negro cabello. La situación con el ruso no había cambiado, ella se dedicó a aprender sobre las armas y todo aquello que sabía la iba a beneficiar, mientras que el ruso seguía realizando sus oficios, la verdad no sabía si se acostaba o no con alguna sumisa y decir que no le importaba sería mentira.

Porque lo hacía, aún le importaba el ruso, seguía causándole pálpitos desbocados y ese calor en las entrañas. Le enardecía no poder dejar de pensarlo o de imaginarse cosas ridículas que sabía nunca iban a suceder, a veces deseaba ser como él. Disfrutando de las cosas, del cuerpo de los demás y de los sentimientos que profesaban sin involucrarse, deseaba tomar toda esa pasión que le hacía sentir y apartarla cuando quisiera, quería, enserio quería, dejar de ser débil en su presencia, de rendirse ante él y actuar como una estúpida.

Ya se encontraba en su séptimo mes de embarazo, el ruso iba y venía con la princesa para visitarla, siempre estaban presentes al momento de los controles y las ecografías. Gracias a Dios todo iba bien con sus bebés, porque si, estaba esperando 2 niños que seguro serían hermosos y unos diablillos sin duda, eso se lo confirmaban las molestias nocturnas y el que ambos tomaran su vientre como un campo de batalla. Dago estaba pendiente de ella y cualquier molestia que se le presentara, los hombres que trabajaban en la caldera también. Entre todos habían logrado encontrar la manera de congeniar y ellos eran uno de los más entusiasmados con el nacimiento de los pequeños.

Escena retrospectiva:

La pelinegra se sentía débil, había olvidado nuevamente sus comidas y la última vez que se dio cuenta llevaba unas 16 horas sin dormir. Se levanto de la cama con algo de mareo y cuando se fue a poner los zapatos, perdió las luces, vio todo en negro y se desmayó.

Su cuerpo tirado a unos metros de la cama fue lo que encontró Domi, al irla a buscar una vez se dio cuenta de lo tarde que llegaba. Al principio se asustó horriblemente, el pánico la atacó y no sabia que hacer, pero se calmó como pudo y solicitó un médico. En lo que este llegaba mandó a llamar al ruso, quien le exigió mantenerlo al tanto de cualquier acontecimiento relacionado con la pelinegra. El médico llegó, la atendió y solicitó un examen de sangre, además de prácticamente interrogarla sobre todo lo que supiera.

Mientras llegaban los resultados, le puso suero para hidratarla y recomendó que la dejaran dormir, aquella muchacha lo necesitaba. El ruso llegó con rapidez y se sentó a esperar los resultados, mientras se sentaba al lado de la pelinegra. Al volver el médico con el informe se quedó pasmado al ver al ruso y tras un breve asentimiento de este, solicitó despertar a la menor de las James.

Con esta nuevamente consciente le hizo una valoración general y le preguntó sobre sus hábitos alimenticios, remarcando el tema de la hemoglobina y lo baja que la tenía.

-Entienda señora Emma que su estado es delicado, debe cuidarse. No solo por usted sino también por él bebe que está gestando, ahora su cuerpo necesita nutrientes dobles y escasamente tiene para sostenerla a usted.

FANFIC ILEMMA [EDITANDO]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon