SHY AWAY || Rodrick Heffley

capítulo 8

—He was a boy! She was a girl! Can I make it more obvious?

—Sabía que ibas a poner esta canción.

River se giró hacia él, con su móvil en la mano como un micrófono.

—He was a punk! She did ballet! What more can I say?

—¡Tú ni siquiera haces ballet!

—Hice ballet cuando iba a preescolar.

Rodrick soltó una sonrisa incrédula, pero empezó a mover su cabeza al ritmo de la canción.

—He wanted her! —cantó, moviendo su vista de la carretera para mirarla por un momento.

—Shed never tell!

—Secretely she wanted him as well! —gritaron los dos juntos.

Dos minutos después, la canción se terminó y empezó a sonar otra de Avril Lavigne que ella no se sabía pero él sí y ambos se miraron sin aire y una sonrisa en la cara, y River tuvo que desviar la vista hacia los árboles que pasaban a su lado con el corazón en la garganta porque oh dios mío se sabe Sk8er boy al completo y la canta conmigo y ese pelo y esa cara y es tontísimo pero cómo puede ser tan perfecto si es un desastre y yo también soy un desastre pero quiere pasar tiempo conmigo.

Veinte minutos después, seguían en un silencio que Rodrick no sabía que pudiese ser tan cómodo, porque cuando está con otra gente siempre siente la necesidad de llenar cualquier momento en el que no haya conversación y acaba diciendo estupideces por miedo a aburrir a la otra persona. En cuanto paró el coche a un lado de la carretera, River abrió la puerta y salió corriendo con el skate sobre su cabeza y Rodrick solo pudo mirarla con una sonrisa porque oh joder siempre lo hace sonreír y lo sorprende con planes inesperados y cómo puede ser insegura si es la chica más increíble y con el mejor estilo que jamás haya conocido y siempre bromea con él aunque solo hagan tonterías y de verdad le gusta pasar tiempo con él porque si no no lo buscaría.

Una hora después, River intentaba ir en línea recta sobre el skate pero no era capaz de mantener el balance y siempre acababa cayéndose hacia atrás, y Rodrick observaba sus pies detalladamente intentando buscar qué estaba mal. Ella solo le repetía que lo único malo ahí era su pobre agilidad y equilibrio, así que le tocó probar a él y consiguió incluso girar al rededor de una rampa.

—He was a skater boy! She said see you later, boy! —volvió a cantar River a gritos.

Dos horas después, River había instalado su altavoz portátil y una playlist de guitarras y voces distorsionadas y letras con muchas palabrotas sonaba con el volumen al máximo (Rodrick le pidió el link para la playlist porque se había enamorado de la mayoría de canciones).

Dos horas y media después, habían abandonado por completo el intentar aprender a montar como es debido y se turnaban para bajar por la rampa-piscina sentados en la tabla, riéndose cada vez que uno se caía y haciendo una competición sobre quién acababa con más moratones o heridas.

Tres horas después, Rodrick llevaba una tirita de la patrulla canina a un lado de la frente, justo sobre su ceja y algo cubierta por su pelo, resultado de una caída especialmente graciosa.

Cuatro horas después, River había roto sus pantalones («ahora sí que parezco una skater de verdad» dijo con orgullo) y era Rodrick quien le ponía dos tiritas en la rodilla mientras se movía y cantaba con la canción que empezaba a sonar.

—Im sick of everybody stupid fucking faces! I want your tongue inside my teeth like youre my braces! —gritó agarrando la cara de Rodrick por la barbilla y lamiendo su mejilla, antes de salir corriendo hacia su mochila.