SHY AWAY || Rodrick Heffley

capítulo 4

Chismoso pero justo

Al día siguiente, a segunda hora, Rodrick entró en el aula de arte tarde como casi siempre.

River ya estaba sentada en su mesa, con las piernas cruzadas sobre la silla y jugando con sus manos. Su compañera de mesa le daba la espalda, hablando con otra chica.

Rodrick pasó a su lado y la miró desde arriba. River subió la cabeza y se encontró con sus ojos cuando estaba justo delante de ella.

—Buenos días, princesa.

—Buenos días, cariño.

Sonrieron un momento con diversión. Solo ellos sabían el secreto de sus palabras.

Él pasó de largo hacia una mesa al fondo de la clase, y ella volvió a llevar su atención a los anillos en sus manos.

La chica a su lado se quedó mirándola con sorpresa.

A la hora del almuerzo, River estaba sentada en una de las mesas exteriores, con los auriculares puestos a todo volumen—seguramente algún día se quedaría sorda por ello—, hasta que vio una sombra sentarse en su mesa.

Levantó la vista y se encontró de frente con un chico de un rubio trigueño y ojos animados. El pelo le crecía hacia todos lados con rizos marcados.

—Soy Lucas —extendió una mano.

Ella dudó un segundo antes de extender también la mano.

—River.

Con algo de prisa se quitó los auriculares y paró la música, porque parecía que Lucas quería hablar con ella.

—Sé quién eres.

—Ah.

Él se quedó mirándola sin decir palabra, al parecer inmune a la incomodidad de River. Socializar no era lo suyo.

—¿Esta eres tú? —preguntó al fin, enseñándole su teléfono.

En la pantalla había una foto, al parecer una captura de pantalla de Snapchat. En la imagen estaban ella y Rodrick, muy cerca uno del otro, ella con una mano en su boca para evitar reírse y otra en la mejilla del chicco. Rodrick la sujetaba por la cintura, y River enseguida pensó en su hermano pequeño y el niño pelirrojo.

—Sí —respondió simplemente, no muy afectada. O, más bien, algo divertida.

Lucas abrió mucho los ojos y golpeó la mesa con ambas manos abiertas. River no pudo evitar fijarse en que llevaba las uñas pintadas de negro, el color bastante gastado en casi todas.

—¡¿Estás saliendo con Rodrick Heffley?!

—No —y así de rápido como había llegado, la repentina emoción del chico se fue—. Era solo un ensayo para la obra de teatro.

Él asintió.

—Ah. Está bien, perdón por el malentendido.

—No pasa nada —River le quitó importancia con un movimiento de cabeza, agradecida de que no fuese una de esas personas que insisten con lo mismo aunque tú lo negases.

—Es que prefería asegurarme por mí mismo antes de hacer caso de los rumores, supongo que mi presentación aquí fue un poco extraña. Perdón.

—Sí, lo entiendo. No te preocupes, está bien.

River vio que, al final, Lucas era una buena persona y no un buscador de chismes. O tal vez sí que buscaba chisme, pero de una forma respetable, según ella. Y entonces se sintió mucho menos incómoda que al principio. Siempre era un tanto insegura para la mayoría de cosas que incluyesen socializar con nuevas personas.