Último año

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Capítulo 16

Verónica

Que complicado es cuando pasan cosas que no se tienen para nada previstas y cambian todo en un solo momento.

Hoy, miércoles ya empezaban las clases particulares, con los nuevos años, con los nuevos cursos e incluso puede ser que me cambien de nivel y me toque dar clases a los más pequeños, para ser honesta me gustaba la idea de darle a los más pequeños ya que una de mis razones de cuidar y amar tanto mi trabajo es el hecho de como no puedo tener hijos me gustaba sentirme en un ambiente en el cual puedo enseñar, ayudar a adolescentes y preadolescentes con matemáticas otra de mis cosas favoritas, además el hecho de sentirme acompañada me gustaba mucho. Por otro lado estaba Maddie, ella ya va para su último año y también me gustaría ser yo la que le de su último año.

Salí de la ducha con mi bata y comencé a buscar mi ropa, busque una de mis blusas favoritas que es una azul, un cardigans azul ya que hacia mucho frío en la mañana, un pantalón beige y unos tacones azules bajos. Luego mi parte favorita, la joyería, recordé que tenía un set de Pandora plateado que Valentín me había regalado una navidad. Combinaba bastante bien entonces me lo puse. No pude evitar pensar en el, como todos los días, no podía olvidarme de Val, pero tenía que hacerlo y eso era algo que me estaba comenzando a atormentar desde esa reunión la cual cambió el rumbo de lo que yo ya tenía destinado. No quería dejar mi trabajo ni que Valentín lo hiciera por mi, pero tampoco quería perderlo a él porque lo amo y mucho y lo mas lindo de nuestra historia fue que comenzamos con nuestra amistad desde el primer día de que entramos al colegio como profesores y después de 10 años fue nuestro primer beso, otro factor que evita que pueda olvidarme de el.

Ahora todos los días me he planteado que hacer, es evidente que no quiero dejar a Valentín pero tampoco quiero causar problemas en mi trabajo, alguna solución había estoy segura, todo tiene solución <<lo dice una profe de matemáticas>> pero ese era el problema más difícil que me había enfrentado en mi vida, uno que ni la mejor calculadora del mundo podía resolver.

Cuando iba conduciendo hacia el colegio tenía una montaña rusa de emociones que no podía parar, estaba entre nerviosa, triste y algo feliz, pero el sentimiento de que no estaba bien con Valen predominaba, cuando ya iba llegando sentí una emoción al ver todas las personas que estaban fuera del colegio esperando a entrar, así como ellos estaban nerviosos por saber quienes iban a ser sus compañeros yo estaba nerviosa por saber quienes iban a ser mis alumnos. Cuando entré al estacionamiento del colegio alcancé a ver el auto de Valentín en el mismo lugar de siempre y a su lado el espacio el cual yo solía usar, yo quería estacionar ahí pero eso no ayudaría mucho. Busqué otro lugar y para mi "desgracia" no había más espacio, solo ese, así que estacioné ahí junto a Valentín, ¿Era el destino?, ¿Era alguna señal? Y si lo era preferiría no entenderla.

Cuando entré a la oficina principal vi a el director del colegio entregando listas y indicando los niveles que les correspondía a cada profesor, me acerqué y el entrecerró los ojos un poco lo cual me hizo abrir los míos de golpe.
-Buenos días...- Saludé con un tono nervioso.
-Verónica, he notado algunos cambios en ti, ¿todo bien?-
-¿A que te refieres con cambios?- Pregunté dudosa.
-Ya no veo que sigas las mismas rutinas de antes, estás evitando relaciones con el personal, etc.-
-Si te soy honesta después de la reunión preferí no involucrarme mucho con el personal para evitar inconvenientes.- Afirmé dando como una indirecta, con esperanza de que se pudiera revertir esa decisión.
-Entiendo, pero también tienes que entender que esa no era la intención.- Respondió con un tono algo apenado.
-Es complicado- Respondí fríamente.
-Disculpa si te incomodé, ahora, te voy a asignar el último año, y los mismos grupos del año pasado.-
Una sonrisa se formó en mi rostro, pensé inmediatamente en Maddie y en los pocos chicos que les gustó el curso conmigo.
-¡Muchas gracias!- Dije con un tono feliz a lo cual el me devolvió la sonrisa.

They both Where stories live. Discover now