They both

Matematicas

Capítulo 7

Verónica

Eran las 5:00 am, sonó mi despertador y sentí a mi perrito Blossom encima de mi logrando despertarme, me levanté y me dirigí al baño como todos los días, tome una ducha e hice mi rutina de skin care de todos los días. Salí del baño y Blossom estaba dormido en mi cama, me acerqué a mi cama a acariciarlo y alcancé a ver una notificación en mi celular, lo tomé y abrí la aplicación de mensajes y el mensaje era de Valentín, el cual decía "Buenos días Verito, ¿Cómo vas?", sentí las famosas mariposas en mi estómago, creí que esas cosas solo le pasaban a los jóvenes y que yo ya estaba muy vieja para eso, pero definitivamente me equivoqué. Respondí el mensaje de Val con mucha emoción como si fuera una nena, pero nunca me había sentido tan bien con alguien como me había sentido con Val.

Me iba a empezar a alistar ya que a veces tardaba un poco pero podía tomarme mi tiempo ya que vivo solo con Blossom entonces no tenia mucho de que preocuparme. Elegí una blusa negra, un pantalón jeans, un cardigans beige y unos zapatos cerrados color negro. La joyería es muy importante en mi forma de vestir ya que me gusta mucho como se ve, así que abrí mi joyero y elegí tres pulseras de plata con bolitas celestes, un anillo y un collar con un dije de una patita representando a Blossom. Ya estaba casi lista solo me faltaba mi cabello lo cual se me hace muy fácil ya que es corto y lo tenía planchado, entonces lo cepillé y me puse una crema de protección..

No acostumbro a desayunar ya que es muy temprano y no me da hambre, así que solo le dejo suficiente comida a Blossom y me voy para el colegio a las 5:45 am ya que vivo a 50 minutos así que llego temprano. Agarré mis cosas, me despedí de Blossom para ya irme.

Llegué al colegio faltando quince minutos, había un poco de tráfico pero no me atrasó mucho. Estacione mi auto junto al de Val, me bajé rápidamente para ir a la oficina principal y registrar que ya había llegado. Cuando iba llegando a la oficina vi a Val sentado en la banca del frente, siempre se sentaba ahí a esperarme para luego caminar conmigo hacia las clases. -Que raro Verito llegando tarde- Dijo Val molestando. -¿Perdón? Aun quedan exactamente doce minutos para entrar. Dije siguiéndole el chiste a lo cual Val me sacó la lengua y yo se lo devolví para luego dar vuelta sobre mi eje y entrar a la oficina para el registro.

Mientras esperaba que me dieran la hoja para firmar sentía que pelear como niños chiquitos con Val era divertido y una forma muy linda de iniciar el día, siempre mejoraba mi estado de humor. Me dieron la hoja firmé y salí para empezar a caminar a las clases con Val. Salí y ahí estaba aquel profesor de Estudios Sociales que me hacia sentir especial, comenzamos a caminar hacia las clases, se sentía un poco de tensión pero no era para nada incómodo, más bien se sentía como que los dos sabíamos perfectamente que pensábamos entonces no eran necesarias las palabras, nos volteamos a ver al mismo tiempo y una sonrisa fue dibujada en cada uno de nuestros rostros, los ojos de Val brillaron y sentí mis mejillas colorarse un poco. Sin duda nunca pensé que sentiría algo así de bonito pero llegó Valen y eso cambio por completo.

Llegamos a la clase de Val y lo volteé a ver ya que parecía que el no se había dado cuenta, -Val.. ¿qué haces?- pregunté con los ojos entrecerrados. -Te juro que no me había dado cuenta- Dijo riendo. -¿En que venías pensando? Pregunté riendo. -En una profesora de matemáticas un poco torpe- Respondió Valen con un tono muy tierno. Sentí mis mejillas arder y de nuevo las famosas mariposas, solo pude responderle con una sonrisa ya que estaba algo nerviosa, Valen me devolvió la sonrisa y entró a su clase. Yo seguí el camino hacia la clase que me correspondía pero no tenía esperanza de hubiera alguien ya que como no estábamos haciendo mucho no entraban a mi lección y además estoy consciente de que a la mayoría les caigo mal por el simple hecho de que no les va bien en matemáticas o tienen que hacer el examen de convocatoria para salvar el año este viernes.