♠️ Epílogo ♠️

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Tres años después.

Max.

—Entonces el país ha sufrido el hecho de que la mano dura de el gran Erick Andersson lo gobierne, aunque sea bajo las sombras. Porque tu mejor que nadie sabes que si yo solo lo gobernará jamás permitiría que tu hogar se derrumbara así.

La miró.

—Si ya se lo que dirás " mi señor de los secretos, todo esto es tu culpa por no saber dejar de ser la marioneta de tu padre"— imitó su voz.

De repente me doy cuenta de la realidad, ya ni siquiera recuerdo bien el tono de su voz. Es lo malo de los recuerdos, entre más tiempo pasa menos claros son.

A pesar de que la recuerdo todos los días, en mi mente sus ojos azules han perdido poco a poco color, su voz nunca suena igual y ni hablar del calor de su cuerpo o de sus besos. Ha pasado tanto tiempo sin sentir verdadero amor que ya no estoy seguro de recordar como se siente.

—En las buenas noticias— intento sonreír a su tumba "falsa".

Su lápida tiene el nombre de Céline Martín, fue de ese modo ya que a la que dimos por muerta hace dos años fue a Allison y yo para poder venir a visitarla cada que quisiera sin levantar sospechas de ¿por que el amoroso esposo de la gobernadora viene a visitar la tumba de la hermana gemela de su esposa? Teniendo en cuenta de que todos saben mi relación pasada con esa maldita. Lo único bueno de eso es que por lo menos conseguí que descansará a lado de la tumba de su padre sin importarme que me saltará todos los protocolos de una muerte dentro del gobierno, volteo a verla leyendo la inscripción.

Jacob Di Adams.
Amoroso hijo, hermano y padre. Gran gobernador de Francia.
1968- 2019

—Mande a remodelar de nuevo nuestra casa. Solo unos pequeños toques, nada grande— le aseguro —Puse de las flores que hay en la casa Andersson, recuerdo cuanto te gustaban pero no te preocupes la habitación de nuestro hijo la deje igual, con las paredes blancas, los peluches de animales por todos lados al igual que fotos de nosotros dos.

He hecho de esa casa mi templo, ahí vivo después de que Allison quisiera que cerrarán el Palacio Elíseo con el pretexto que después de la explosión era muy costoso hacer las reparaciones y prefería invertir en otras cosas para "mejorar el país", de modo que sólo voy a la nueva mansión donde vive mi padre, Miranda y Allison cada vez que lo requiere. Así que la casa que compre para que Amber y yo formarnos una familia en verdad se volvió mi hogar.

Un hogar vacío, lleno de culpas. Ya que cada vez que veo ese lugar vacío en la cama donde debería dormir, o esa taza de café que debería usar, o veo esos cajones donde guardo su ropa sin usar en donde de vez en cuando encuentro la sudadera a juego que teníamos, o entro a la habitación de un bebé que jamás nació, pienso inevitablemente en él y en todos los otros hijos que pude haber tenido.

Aún recuerdo cómo por unos instantes me creí la fantasía de que yo pude haber sido padre. Porque aunque los medios y mi padre me presionan para que tenga herederos con Allison yo me rehusó siquiera a tocarla, lo más que llegamos a tener de contacto físico es un beso cuando las cámaras lo requieren.

La culpa me carcome a diario, recuerdo todos los esfuerzos en vano que hice para que ella estuviera bien. El pagarle a uno de los hombres de papá para que la ayudara a salir, dejar abierta la puerta de Jacob para que lo viera al igual que dejar esas pinzas para ayudarla, ni siquiera sirvió el trato que hice con Erick Andersson para mantenerla con vida y que le diera sueros con vitaminas para sustituir su comida de modo que no muriera de hambre en lo que él ejecutaba su gran plan. ¿Todo para que? Para que Allison dispara en su pecho y Amber muriera desangrada en mis brazos.

Tu fuiste mi karma [Karma #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora