Tu fuiste mi karma [Karma #1]

♠️ 41. Quoi qu'il arrive ♠️

Advertencia este capítulo contiene escenas +18.

Amber.

Cada cosa por la que he pasado, cada lagrima, cada risa, cada sacrificio, cada enojo, cada pelea me han llevado al lugar en donde estoy.

A 2111.8 kilómetros de la ciudad que ha sido mi hogar, lejos de todos los que quiero al igual que lejos de todos los problemas, voy a unir mi vida al único hombre que he amado.

Jamás fui el tipo de chica que soñara con su boda no porque no me hiciera ilusión casarme sino porque nunca creí que algo así me pasara a mi, estaba tan manipulada que no me creía digna de amor.

—Sunny— el hombre de mi vida me saca de mis pensamientos mientras veo la hermosa playa frente a mi.

Lo miro con una sonrisa mientras camina hacia mí para abrazarme por la cintura dejando sus manos sobre mi abdomen.

—Es hermoso— le digo.

—Lo es— me da un beso en la mejilla —¿Estas segura de esto?

De inmediato lo miro extrañada ¿tiene dudas? ¿a caso no se quiere casar conmigo? Me suelto de su agarre para pararme frente a él y mirarlo a los ojos —Por supuesto... ¿a caso tu no?— un hueco se hace presente en mi corazón.

—Claro que estoy seguro de casarme contigo eres... la mujer de mi vida, te amo pero— hace una pausa y mira al fondo —Tengo algo que decirte que tal vez cambie tu decisión.

—Nada de lo que tengas para decir cambiará mis sentimientos hacia ti. Este— muevo mis manos alrededor de mi —Fue mi sueño desde el momento que me fije en ti, no me veo haciendo esto con nadie más.

—Pero Amber...— lo beso para callarlo.

—Tengo una idea— lo tomo de la mano y corro con él hacia la orilla de la playa donde el mar llega a nuestros pies —Como esta no será una boda tradicional francesa con ajuar, dragée y todas las demás costumbres, que te parece si decimos todo lo que sentimos por el otro aquí— miro al hermoso atardecer frente al mar —Como una especie de votos.

—Pero...

—De ese modo me podrás decir lo que quieras, solo tu y yo— sonrío.

Suspira fuerte desviando la mirada hacia el panorama para después regresar la hacia mi es ahí cuando la veo. Esa mirada, la mirada que tiene mi padre al ver a mi madre esa a la cual llamo "mirada de amor verdadero". Un alivio se hace presente en mi y ahora más que nunca estoy segura de que Maximilian Andersson Hill es el hombre de mi vida.

Lo que tenga para decirme no importa, si me ama tanto como para verme de ese modo.

—Prometo que siempre serás la única persona que amaré— comienza.

—Prometo estar ahí para ti, a pesar de la peor cosa que hayas hecho, del pensamiento más oscuro que hayas tenido, estaré a tu lado apoyándote.

—Prometo protegerte hasta de mi mismo si es necesario.

Las lágrimas amenazan en salir de mis ojos.

—Prometo...— hago una pausa —Prometo ser la mujer de la te enamoraste, ser fuerte y estar a tu lado, pase lo que pase.

—Pase lo que pase— me besa.

Al separarnos no puedo evitar reírme, nunca me he sentido tan feliz como ahora.

—¿Lista para ser la señora de Andersson?

—Por supuesto— me carga entre sus brazos y camina hasta nuestra carpa.