♠️ 21. Todo lo contrario ♠️

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Maratón 2/5  

Jacob Di Adams

—¿De qué habla nuestra hija? Miranda— digo serio pero sin ser grosero.

Me tiene desconcertado la actitud que ha tomado mi solecito al teléfono, jamás la había escuchado hablar de esa forma y menos a su madre. Me gusta pensar que a todos mis hijos les he enseñado lo que es el respeto y amor a la familia, todo con el objetivo de tener un verdadero vinculo; es por eso que quiero pensar que mi solecito tiene una justificación para actuar como lo ha hecho ¿tendrá algo que ver el "golpe con el lavamanos"  de ayer?

No,  no puedo ser,  Miranda sería incapaz de levantarle una mano a nuestra hija.

Conozco a mi solecito y sé que no hablaría de esa manera sin razón. Es mi mayor orgullo y motivación, esa niña dulce que jamás contradice nada y ve la bondad en todos.

—No, no lo sé— dice titubeando.

—Claro que lo sabes.

—No— baja su mirada al piso —Tu hija está más loca cada día, puede que sea por eso— se puede notar la duda en su voz.

—Mi hija no está loca— aclaro —Y tú sabes el motivo de que te haya hablado de esa manera porque estas dudando en tus palabras, ocultas algo.

Rápidamente sube su mirada hacia mis ojos, me mira como si hubiera descubierto su mayor secreto —¿Cómo piensas que te ocultaría algo? Jacob, sería incapaz.

—Porque jamás titubeas al hablar— me mira desconcertada —En 20 años de matrimonio nunca te había escuchado titubear, por si te queda duda alguna de que te conozco es por eso que sé que sabes más de lo que dices.

Se levanta de la silla y camina seductoramente hacia mí, pone sus brazos alrededor de mi cuello y acerca su cara a centímetros de la mía —Cariño...— dice con una voz baja de manera seductora.

Su actitud cambiante hace que mis sospechas crezcan pero ¿se porta de esa manera solo por un comportamiento extraño de mi solecito? —No desvíes el tema— digo lo más concentrado que me es posible, pero el tener esos hermosos ojos cafés tan profundos, esos labios rojos y ese cabello castaño tan cerca, me vuelve loco. La amo demasiado.

—Cariño, no hay que darle mayor importancia a la rara de tu hija— me susurra al oído.

Rara, acaba de llamar rara a nuestra hija.
Sus palabras hacen que se me borre todas aquellos posibles escenarios románticos con ella —¿Llamaste rara a mi solecito?— quito sus brazos de mis hombros delicadamente.

—Fue solo una expresión, cariño no es para tanto.

Me ha humillado toda mi vida comparándome con Allison —¿La llamas de esa manera porque no es como Allie?

Me mira sorprendida —¿Lo dices por lo que comento Amber? Ignórala, solamente es que siempre se ha sentido inferior a Allie y le tiene envidia, es mejor ignorar sus comentarios llenos de resentimiento.

Cada una de las palabras de Amber comienzan a tener sentido en mi cabeza al igual que todas aquellas veces en donde Miranda la ha ignorado por estar con Allie ¿Cómo he sido tan ciego? ¿Cómo he podido ignorar algo que pasaba frente a mis ojos todos estos años? Mi solecito se ha de sentir terrible y no la defendí nunca —Mi solecito tenía razón.

—¿La vas a defender?

—Es nuestra hija— hago énfasis —¿Qué no se supone que estamos aquí para defenderla? Ese es el trabajo de los buenos padres.

—¿Insinúas que no soy buena madre? Recuerda que también tenemos otros tres hijos y que yo recuerde jamás tan tenido una queja— grita señalándome con su dedo.

Tu fuiste mi karma [Karma #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora