𝙎𝙬𝙚𝙚𝙩𝙞𝙚

«43»

Sentía nervios, no sabía cuál sería la excusa que le inventaría a Izzy, no se me daba muy bien mentir, así que toda mi esperanza recaía sobre el pelirrojo y él lo sabía.

- No te pongas así, tranquila - Me dijo al ver que me ocultaba detrás de él - Todo saldrá bien, ya verás -

Izzy abrió la puerta, sus ojos estaban rojos y pude apreciar un fuerte olor a alcohol.

- Necesitas un baño - Bromeó Axl al también percatarse del olor.
- Lo sé - Encogió los hombros.
- Tengo a Keys conmigo -
- Genial - Me miró y me saludó con un abrazo y un beso en la mejilla.
- Genial? - Cuestionó Axl.
- Si -

Tal vez estaba lo suficientemente ebrio como para darse cuenta de aquello, pero eso era buena señal, ya que tendría toda la noche para pensar en una mentira que tuviera lógica.

- Me voy a dormir -
- Descansa niña -
- Keys...- Me detuvo Axl.
- Pasa algo? -
- Solo quería decirte que fue un día genial, lo disfruté como no tienes idea, gracias -
Sonreí.
- Hay que repetirlo - Se acercó y beso mi mejilla.

...

Esa mañana desperté algo alterado, ya que la presencia de una mirada me había despertado y logrado generar escalofríos en mi.

- Perdón si te asusté - Comentó su suave voz - Pero no pude evitar mirarte, duermes como lo haría un bebé -
- Menos mal que eras tú - Sonreí.
Intenté acomodar mi cabello, pero mis dedos se estancaron en el debido a que estaba lleno de nudos.
- Ay, Axl. No lo jales, ven, yo te ayudaré a deshacerte de esos nudos - Salió de la habitación y regreso con un peine en manos - Puedo? -
Asentí.
Comenzó a pasar el peine, y posteriormente sus manos.

No demoró mucho, después de un rato me dijo:
- Quedaste listo -
- Tan pronto? -
- Claro, solo era cuestión de desenredar con paciencia, algo que tú no tienes -
- Si tengo -
- Si, como digas -
- Bueno, pero si tengo -
- Lo importante es que ya no tienes el cabello enredado -
- Gracias, niñ...- Me detuve antes de finalizar la oración - Gracias cielo - Reafirme.
- Cielo? - Preguntó estupefacta.
- Si, cómo escuchaste CIELO -
Se lanzó a dejar besos por toda mi cara.
El resto del día la paso con más energía de la habitual y con una gran sonrisa.

...

Había logrado convencer a Izzy con mis mentiras.

- Mi autobús nunca llegó - Encogí mis hombros.
- No te preocupes - Arrastró las palabras, estaba tan ebrio que apenas y lograba entender lo que salía de su boca.
- Y...Te vas a molestar?? -
- No tengo motivos para molestarme, ni uno solo - Dio otro trago a su bebida.
- Bien, bien, creó que ha sido suficiente para ti - Le quité el vaso.
- Es mío -
- Lo sé, pero ya basta, no me gusta verte ebrio -
- Pero prefiero estar ebrio a estar sobrio -
- Motivos? -
Suspiró.
- Perdí mi empleo, terminé con mi chica y tengo miles de deudas -
- Tranquilo Izzy, para eso estoy aquí, para darte una mano, veré la forma de ayudarte a pagar las deudas, y tal vez hasta yo consiga un empleo -
Asintió, se acomodo en el sofá y se quedó dormido.

‹Sweetie›