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- Tenemos que irnos!!! - Dijo Axl mientras metía cosas dentro de una maleta.
- ¿Qué te sucede? -
- No me escuchaste? Necesitamos irnos de aquí -
- Axl!! mírame - Dijo ella para después obligar a Axl a mirarla - Estás drogado, o ebrio? -
- Noo, estoy en todos mis sentidos, quieres darte prisa y ayudarme -
- ¿A dónde vas? -
- Quieres decir a dónde vamos -
- Explícame de que carajos estás hablando -
- ¡Conseguí pasajes para irnos! -
- ¿Los Angeles? -
- Si -
Ella ayudo a empacar, guardo cosas que le serían útiles, y obviamente la carta de Izzy dónde anexaba su dirección.
- Necesito dejar una nota -
- ¿Qué? -
- Una nota para mi Padre y mi abuela -
- No tenemos tiempo para eso -
La tomo de la mano y salieron rápidamente.
Estaban en la estación de autobuses, Keys aún tenía miedo, todo estaba pasando tan rápido.
Subieron al camión que los llevaría a L.A.
- ¿Axl? Estás seguro de querer hacer esto - Dijo ella cuando el camión arranco.
- No me vengas con que no es lo que quieres -
- Tengo miedo, si? -
- No tienes porque temer, yo estaré contigo, después estaremos con Izzy, y bueno, ambos cuidaremos de ti -
- Ni siquiera deje una nota -
- No había tiempo -
- Sonará infantil, pero... puedo tomar tu mano?? - Dijo ella.
Rose no pudo evitar mirarla con ternura, asintió y tomo su mano, entrelazó sus dedos con los de ella.
- No tengas miedo, me tienes a mi, y yo a ti -

...

Ambos chicos bajaron del autobús y comenzaron a caminar, ni siquiera tenían idea de a qué dirección ir, terminaron en un callejón bastante aislado y solo, un hombre se acercó a ellos y les pidió todo su equipaje, dinero y pertenencias, cómo era de esperarse Axl se puso a discutir aunque aún así el hombre termino dejándolos sin nada, antes de irse gritó:

- ¿Saben dónde están? ¡Están en la Jungla! ¡Se van a morir! -

- ¡Es tu culpa! - Dijo Rose y miró a Keys con desaprobación.
- ¡Mi culpa! - Dijo indignada.
- ¡No se supone que sabías dónde estaba Jeffrey! Si hubiéramos tomado la ruta correcta aún tendríamos nuestras cosas -
- No me culpes, tan solo tengo quince años, además tú me hiciste confiar en ti, dijiste que me cuidarías ¿por qué siempre me como tus asquerosas mentiras? - La chica lo fulminó con la mirada y comenzó a alejarse en dirección contraría.
- ¡A dónde vas!? -
- ¡A dónde sea que no estés tú! -

...

Esa noche dormí debajo de un puente, tenía frío, no tenía dinero para pagar un lugar donde pasar la noche, de verdad sentía ganas de llorar, y lo hice.

A la mañana siguiente comencé a caminar por los alrededores de aquel puente, llegué a una tienda de música, comencé a observar los instrumentos, y entonces, escuché esa voz tan familiar.

- ¿Puedo ayudarte en algo? -

To Be Continued...

𝙎𝙬𝙚𝙚𝙩𝙞𝙚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora