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- ¡Cierra la maldita boca! -
- ¡Lárgate! ¡LÁRGATE! ¡NO QUIERO VOLVER A VERTE EN MI CASA! - Sin pensarlo tomé las cosas de Axl y las lancé.
- ¿De verdad estás haciendo ésto? -
- ¿No lo estás viendo? -

Axl comenzó a recoger sus cosas después me miró y dijo:
- Perdóname -
- Es muy tarde para tus estúpidas disculpas ¡OJALÁ NUNCA TE HUBIERA CONOCIDO! - Cerré la puerta bruscamente, por un momento creí que había hecho lo correcto, pero luego un sentimiento de culpa me invadió ¿Dónde dormiría Axl esa noche?

...

- "Me lo merezco" - Pensé mientras divagaba por las calles. Debo admitir que en ocasiones trataba mal a Keys.

Recordé que en mi bolsillo guardaba una carta que había recibido de Jeffrey hace unos días.

"Para Axl:
Tal vez nunca vayas a leer esto, y si es que lo lees seguramente lo haces porque hiciste algo malo, si Axl seguramente hiciste sentir mal a Keys.
De verdad eres un tonto con ella, no mereces tenerla en tu vida, deberías de estar agradecido por tenerla de amiga, no te pido que la ames, simplemente te pido que no la lastimes.
No es un regaño, es un consejo que te doy como tú hermano.
Espero verte pronto.
Atte. Stradlin"

No sabía cómo sentirme, Jeffrey que estaba a miles de kilómetros se daba cuenta de ésto, sentí remordimiento dentro de mí.

Volví a casa de Keys, su Padre estaba en un viaje de negocios, su abuela estaba en Texas, prácticamente había dejado sola a Keys.
Cuando llegue a su casa me dí cuenta que estaba sentada en el piso recargada en la puerta.

- ¿Qué haces aquí? ¡NO TE DIJE QUE TE FUERAS! - Me reprochó.
- Si, me dijiste que me fuera y no me fuí - Respondí sentándome a su lado.
- ¿Por qué no te fuiste? -
- Porque estabas sola y no iba a dejarte aquí sin cuidado alguno -
- ¿Quién eres? ¿La policía? Ni siquiera a la maldita policía le importo -
- No soy la policía, soy Axl y a Axl le importas -
- Mentiroso -
- Vamos hay que entrar -
- No puedo entrar tonto - Murmuró - Olvide las llaves -
- Por eso no te preocupes - Metí la mano en mi bolsillo - Tengo llaves -
- ¿De dónde las sacaste? -
- Tú abuela me dió... -
- No mientas -
- Las robe del bolso de tu abuela -
- ¡Eres horrendo Axl! -

A regañadientes Keys entró a la casa, subió a su habitación y cerró la puerta.

- Quiero hablar -
- Yo no quiero -
- Por favor -

Finalmente abrió la puerta dejándome pasar.

- ¿Qué es lo que quieres? - Cruzó sus brazos.
- Perdóname -
- Una disculpa no soluciona todo -
- ¿Qué te sucede? -
- Sucede que hasta ahora me doy cuenta que me haces demasiado daño, siempre me has hecho daño -
- Pero tu hace... -
- Hace años era una niña, una niña tonta, y no me daba cuenta que eras una horrible persona -

Me senté a su lado y la mire, aparté los mechones que cubrían su hermoso rostro y me percate de que estaba llorando.

- Axl, te quiero, pero... - Sollozo y se recargo en mi pecho - A veces eres alguien muy difícil -
- Perdóname linda - Dije poniendo mi mano sobre su pierna - Yo te quiero -
- No lo creo Axl - Tomó un mechón de mi cabello rojo - Si de verdad me quisieras no serías un chico tan difícil, no me harías sentirme basura -
- No quise hacerte sentir así - Aspiré el olor de su perfume.

Sus hermosos cabellos castaños brillaban, sus ojos me miraban y su mano estaba sobre mi hombro tomando un mechón de cabello.
Solo deseaba besar sus labios rosados.

To Be Continued...

𝙎𝙬𝙚𝙚𝙩𝙞𝙚Where stories live. Discover now