-Wow, es precioso

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

-Wow, es precioso. 

-Una de las cosas que más me gustaron de este lugar fue el baño al aire libre, y por lo que veo tenemos el mismo gusto. 

Yo solo sonreí, el baño junto a la habitación no había palabras para describirlo, todo a nuestro alrededor era bosque, nada que molestase, nadie que nos escuchase, era perfecto. 

Una vez exploramos todo, dejamos las  dos maletas en la habitación, yo no había echo mi maleta, Singto se había encargado de todo. 

-Pasaremos aquí tres días Krist, todo el mundo esta informado, no tienes que preocuparte por nada, tan solo hay que disfrutar de la recompensa. Dijo guiñándome un ojo.  Lo que hizo que me pusiese nervioso. haciendo que le lanzase un cojín de la cama. 

Lo que hizo que Singto empezase a reír. 

-Tonto. Dije sabiendo muy bien que me encontraba completamente rojo. 

-Vamos Kit, vayamos a preparar algo para comer. 

Dijo mientras me miraba sin parar de reír. 

Singto se encargo de cocinar, mientras yo pelaba las verduras, durante todo este tiempo me había dado cuenta de que no sabía cocinar, a duras penas sabía pelar las frutas y verduras, durante todos estos años, había omitido todo lo relacionado con la cocina, y ahora era capaz de darme cuenta de mis nulas cualidades culinarias. Por otro lado, la señora Navi, me había contado hacía un par de días que durante mi internamiento Singto había acudido todos los fines de semana a casa para que lo enseñase a cocinar. Lo que hizo que mi corazón latiese más fuerte cuando la tía Navi me lo conto. 

-Así que ahora eres un buen cocinero. Dije mientras intentaba pelar la patata. 

-Si, señorito, siempre he sido un buen cocinero, solo es que no quería mostrarlo. 

-Si claro. Dije.-Aun recuerdo cuando una mañana de instituto me trajiste tostadas francesas, las cuales estaban igual de morenas que las sartén que tienes en la mano. Dije mientras intentaba no reírme.

-Señorito, se esta burlando de mi cocina. 

-Yo, no, nunca lo aria. Dije sin poder parar de reír. 

El solo me apunto con la sartén mientras empezaba a reírse tan bien. Tras ello, empezó a cocinar mientras yo una vez las verduras estuvieron todas peladas  y lavadas me dedicaba a observarlo.

-Gracias Sing. El aludido me miro sin comprender por que lo decía. 

-Por que lo dices Kit. 

-Tu madre me dijo que habías estado yendo todos los fines de semana a casa para que te enseñara a cocinar, me conto que fuiste porque querías cocinar cosas ricas para mi, para así poder cuidarme mejor.

-Esa mujer. Dijo mientras negaba y podía notar un tono rojizo en sus meguillas. 

-Ella solo quiso decírmelo, para que supiese lo mucho que me quieres. 

MI DESTINOWhere stories live. Discover now