Diario de DIO

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He decidido viajar para sólo vacacionar, alejarme del ambiente tan sucio de Egipto. A pesar de ser difícil salir en mi condición de vampiro, me las he arreglado para hacerlo.

Es curioso cómo funciona el mundo a veces, porque en este viaje he conocido a alguien, un religioso para ser exactos. Él es amable, tiene muchas cosas interesantes para decirme, alimentamos nuestra sed de conocimiento sobre distintos temas... Siento que es alguien culto y eso me agrada.

Jamás pensé entablar algún tipo de conversación con un estudiante, pero creo que él es diferente, tanto que puedo tratarlo como mi igual sin problema. ¿Será que este encuentro no fue por pura casualidad?

Ahora mismo estoy en mi hotel, he quedado en verlo de nuevo en mi habitación. Espero que la reunión sea más interesante que la anterior.

Enrico Pucci es su nombre. Es un chico de dieciséis años, demasiado joven, con una larga vida por delante, pero guarda un basto intelecto.

Él es justo el tipo de persona que necesitaba para entablar una amistad, pues no se rige por las leyes del mundo, sino que tiene principios basados en su supuesto dios. Respeto sus creencias, porque por ellas podré responderme muchas dudas que tengo para mi objetivo de llegar al cielo.

Pucci, si esto va más allá que encuentros casuales, si llegamos a tener una amistad, te otorgaré un inmenso poder, con el cual podrás moldear el mundo a tu antojo.

Alcanzaremos el cielo juntos.