Diario de DIO

~20~

No dejo de pensar en el escrito anterior, ¿por qué le doy tanta importancia? No pude dormir por ello.

¿Y si el truco de ir al cielo está en dejar el rencor de lado y simplemente amarla? No puedo, realmente no puedo.

Quiero conocer el cielo, obtener su poder, pero si no soy capaz de vivir como mi madre hizo, jamás lo alcanzaré. No es seguro, pero puede ser un requisito que lamentablemente no podré cumplir.

"Perdón, mamá." Son las palabras que debo decir desde el fondo de mi ser si el camino al cielo es ese. Disculparme nunca fue una opción para mí, a pesar que fui en parte causante de su muerte, no me arrepiento.

Mi progenitora murió por su estupidez, culparme por algo así es ridículo.

Mi madre fue una tonta que arriesgó su salud por trabajar tanto y aguantar a Dario, ambas cosas fueron por su idiotez de ir al cielo, no por mí.

Pude ayudarla, pero preferí darle la espalda y dejar que muriera poco a poco. La vi agonizar por años: salía de madrugada y regresaba a altas horas de la noche con un poco de dinero y alimento.

Cuando salía a buscar algo para comer, la gente se burlaba de mí por mi madre estúpida que pedía empleo y limosna en las calles... Me avergonzaba tanto que hubo veces en que ignoraba sus llamados y rechazaba sus intentos de abrazarme.

La quería, pero nunca toleré que por su culpa también fui el hazmerreír del pueblo. Por su culpa los demás se creían con el derecho de pisotearme.

Jamás te pediré perdón por ello, no lo mereces.

Si el camino al cielo realmente es ese, decido no conocerlo. Prefiero quedarme con la incógnita y alcanzar el poder de otra manera a rebajarme de esa forma.