Diario de DIO

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Hoy miré el cielo estrellado, pensando en cómo sería la muerte. Al ser inmortal, morir no es una opción para mí, por lo tanto, el cielo no es algo a lo cual podré llegar naturalmente, pero, podría ser que yo, DIO, ¿vaya a algún lugar después de la muerte? ¿O me quedaría en el limbo?

Si respondo yo mismo la interrogante, merezco ir al cielo, porque a pesar de haber actuado a mal, no lo hice por rencor. No asesiné a mi padre por rencor u odio, lo hice para que dejara de sufrir. No defendí a mi madre cuando debía porque ella siempre predicaba que todo era gracias a su Dios, entonces si intervenía estaba faltándole al respeto a ese supuesto ser divino. Terminé asesinando al señor Joestar por accidente, ¿eso me convierte en pecador?

Tengo muchas preguntas, las cuales no obtendrán respuesta a menos de que en algún momento llegue a morir, lo cual veo imposible.

Quiero ir al cielo, pero no deseo perecer, ¿habrá alguna otra forma de hacerlo? Empecé esta libreta con ese tema, pero lo dejé de lado porque es algo que me causa mucho conflicto y un poco de estrés.

No moriré sólo por querer conocer algo que no estoy seguro. Mi objetivo es encontrar la forma, no sé cómo pero lo haré.

Yo, DIO, llegaré al cielo sin fallecer. Ascenderé, obtendré el inmenso poder que eso conlleva y lo usaré para moldear el mundo a mi antojo. Seré el hombre más poderoso, y gracias a mí se reescribirá la historia de la humanidad.

Mi propio nombre es un indicio de mi victoria.

Mi destino es trascender los límites de los humanos para llegar a la forma perfecta.