Existe un bar en donde los requisitos de admisión son bastante estrictos y la identidad y privacidad de los clientes es lo primordial. Por ello es necesario el llevar antifaces durante toda su estadía, cambiar un poco algunos rasgos del rostro y cre...
Yo me encuentro bien. Realmente las sesiones de acupuntura realmente me han ayudado mucho y pues bueno. Mi esposo y yo ya hemos comenzado a hacer algunos planes en nuestro matrimonio.
Y bueno, la parecer uno de los planes de mi esposo fue buscar algo con lo que pudiera entretenerme para que no me ofuscara el estar todo el día sola en casa. ¿Y cuál fue su idea?. Comprarme los juegos de Lego Jurassic World y One's Justice de Boku no Hero Academia. Funcionó algo demasiado bien, me volví un poco adicta al grado de que apenas terminando de limpiar la casa me ponía a jugar y tuve que obligarme a dejar la PS4 para ponerme a escribir este capítulo. Trataré de tomarme un tiempo de los videojuegos. No puedo controlarlos.
En fin, aparte de eso, estamos bien en todo lo demás. Jejeje. Lamento mi tardanza. Quiero ser más presente el está historia y seguir escribiendo los otros que tengo planeados pero maldita sea también inspiración-kun que se va y viene cuando le da su maldita gana. Pero bueno, aquí seguimos. Tarde pero seguros.
Disfruten el capítulo.
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La imagen de su padre abrazando a Ame mientras lloraba con una mezcla de miedo, tristeza, emoción y esperanza no abandonaba la mente del bicolor.
En realidad no podía dejar de pensar en todo lo relacionado con la última visita a la casa de su padre. Aquella visita donde le llevó a conocer a su hijo y a Midoriya.
Shouto no se arrepentía de haberlo hecho, realmente seguía creyendo que éste era un paso importante para el bien de su familia. Pero aún le apretaba el pecho el recordar ese momento de hace cuatro días.
No era la primera vez que había visto llorar a su padre. Shouto recordaba como su padre había sufrido profundamente la muerte de Touya y como después de ello también lloraba desconsolado cuando se embriagaba, sin dejar de culparse. Pero está vez, lloraba antes las palabras de su pequeño hijo. Ame le había dicho lo mismo que en el cementerio frente a la tumba de Touya mientras su padre y Keigo lo miraban con asombro.
A Shouto también le asombraba la determinación que Ame había tomado. Sin duda alguna era un niño admirable. Y esa misma admiración lo hizo plantearse un cuestionamiento.
¿Él no debería aprender del valor y determinación de su hijo y avanzar con Midoriya?.
Estaba un poco avergonzado de admitir que el pequeño era más valiente que él. Ame tenía ocho años y estaba haciendo frente a su leucemia. Mientras que él nunca fue capaz de acercarse a la persona de la que estaba enamorado desde los diez años.
Si. Debería hacer algo. Ya no podía seguir actuando cobardemente.
El ligero sonido de su celular cortó sus pensamientos. Al ver el nombre de Natsuo en la pantalla la aceptó sin pensarlo.
- Nats...
- S-shouto. - Interrumpió la voz de su hermano que sonaba como si hubiera llorando e intentaba tranquilizarse. Lo cual alarmó al bicolor.
