Existe un bar en donde los requisitos de admisión son bastante estrictos y la identidad y privacidad de los clientes es lo primordial. Por ello es necesario el llevar antifaces durante toda su estadía, cambiar un poco algunos rasgos del rostro y cre...
Ya me quiero bajar del maldito camión. Trece horas de tortuoso camino. Me duele el trasero.
Y bueno, lo prometido es deuda. Aquí les traigo el nuevo capitulo.
Disfrútenlo.
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Dos días habían pasado muy rápido, pensó el bicolor al despertar. Se sentía cansado, con sueño y nervioso. No era para menos. En este día le revelaría a Ame que él era su padre varón.
Aquella realización no lo había dejado dormir y ahora estaba sufriendo las leves consecuencias de su insomnio.
Con pereza se levantó de la cama y se dirigió al baño para lavar su cara y cepillar sus dientes, dispuesto a iniciar un nuevo día. Un día que cambiaría su vida para siempre.
Hizo una mueca frente al espejo al ver su reflejo cansado. Dejó que el agua se llevara el resto de su sueño mientras un pensamiento recorría su mente.
Ame. Su hijo. Suyo y de Midoriya.
El pensamiento no lo dejaba, le llenaba el pecho de una sensación cálida, le hacía sentir feliz.
En su imaginación llegó la imagen del peliverde, la que siempre había conocido. Pero lentamente la imagen fue cambiando. El brillante y verdoso cabello de Midoriya comenzaba a oscurecerse al mismo tiempo que se organizaba diferente, sus ojos que parecían esmeraldas se volvían color turquesas como el mar, sus infantiles pecas desaparecían y su rostro comenzaba a ocultarse lentamente ante la aparición de un antifaz.
La imagen de Midoriya había desaparecido dejando a Deku en su lugar.
De repente su cuerpo comenzó a recordar la sensación suave de la piel de Deku entre sus manos, rosando con la suya propia. Recordó su aroma, la suavidad de sus labios al besarlo, los sonidos que emitía durante el acto y maravillosa sensación de unirse a él.
Todoroki había tratado de no pensar mucho en ello, de no reflexionar en ello ya que lo más importante para él era la salud de Ame y en esforzarse para ayudarlo. Pero ahora parecía no poder evitarlo, probablemente por su cansancio. Ahora entendía porque la intimidad con Deku era tan diferente que cualquier otra que hubiera tenido con otra persona. Era porque intimaba con la persona que había amado toda su vida, era porque sin saberlo estaba con el ser al que le pertenecía su corazón.
Sintió una presión en su pecho y arrancó el pensamiento. Aún le costaba digerirlo pero tuvo que recordarse que no era lo importante, no ahora.
Volvió a su habitación y tomó ropa sencilla para vestirse. Aprovecharía para limpiar su departamento antes de ir a casa de Midoriya.
El pensamiento volvió una y otra vez a su mente, y en cada vez tenía que obligarse a arrancarlo.
- Ame es quien importa. No yo. No nosotros. - Dijo tratando de convencerse mientras limpiaba su cocina después del desayuno.
