50 - Como besar a Pimienta

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- ¿Chanyeol? - pregunté casi a un susurro al no saber hacia dónde ir; podría estar en cualquier lado, ya que esa "pequeña casa" era bastante extensa. Rodeé los ojos, y decidí utilizar mi intuición. Caminé por el pasillo hacia la derecha, e iba cruzando por todas las puertas, para ver si escuchaba algo. Nada. Al llegar al fin del pasillo, me di media vuelta dispuesta a caminar hacia el primer piso, para ver si encontraba a Chanyeol en algún lado. Caminé al sentido contrario donde había estado caminando, y de repente, escuché su voz. Una sonrisa salió casi por inercia. La voz de Chanyeol provenía de una de las tantas habitaciones, la que tenía la puerta con una pestaña abierta. Chanyeol hablaba, y hablaba, y hablaba, aunque no sabía con quién. Después capté que hablaba por teléfono ya que nadie le contestaba, a menos de que estuviera hablando solo. Justo cuando estaba a punto de empujar la puerta, él dijo algo que hizo que me detuviera en el acto:

- Yo también te extraño.

Me quedé helada junto a la puerta sin tocarla, ya que si lo hacía la iba a mover. ¿"Te extraño"? ¿A quién podría decirle eso? Mi corazón se detuvo al instante en que me di cuenta de que mi mente solo tenía cavidad para pensar en un nombre relacionado con esas palabras y con Chanyeol. ¿Sería Alice con la que estaba hablando? Cerré los ojos. Sabía que había llegado tarde.

- La verdad, no sé si regrese. - dijo Chanyeol en un tono melancólico. - Todo depende de lo que ocurra aquí. - ¡Mierda! Retuve el aire, sintiendo como mi corazón se comenzaba a desmoronar, casi como si se estuviera carcomiendo. Me dieron muchas ganas de romper la puerta, entrar y tirar el teléfono por la ventana. - Ella está bien... aunque ya conoces a _______, temperamental. - En ese segundo, me congelé. ¿Había dicho mi nombre? Alice no sabía de mí, ¿O sí? Descarté la idea de que era Alice al teléfono, ya que Alice no me conocía, y mucho menos sabía que yo era temperamental. Entonces, ¿Con...? - Sarah... - Sarah. - Prometo acompañar a ______ de regreso a Italia para verte. - sentí como si alguien hubiera estrujado mis tripas con sus manos sin piedad. Malditos hombres... Chanyeol me besaba - intentaba besarme - y después le decía a otra que la extrañaba. Eso si es ser muy poco hombre, ¿Verdad?

...

Cuando cayó la noche, Chanyeol anunció que era hora de irnos hacia su casa a Seúl. Yo simplemente asentí, y me subí al coche de Park, callada en todo momento. Preveía un viaje en auto muy, pero muy incómodo. Ahora el silencio no era solamente por la vergüenza ocurrida horas antes, si no que, ahora al menos por mi parte, era un silencio de "Quiero sacarte los ojos con un tenedor". Chanyeol manejaba en silencio, y yo mantenía mi vista fija a lo que las luces del coche alumbraban en la carretera.

- ¿Quieres música? - preguntó, dudoso entre hablar o no. Yo alcé los hombros, y el bufó incomodo. Ahora me sentía tan tonta a querer besarlo... era obvio. El jamás, jamás podría verme como algo más que "una chica temperamental". Él siempre iba a querer más a la bonita, a la del buen cuerpo, a la de risa estúpida. Por alguna extraña razón, los chicos solo ven del pellejo hacia afuera, ignorando que dentro de la coraza existe una persona. Aunque yo no fuera la persona más bella por dentro, yo valía algo... debía de valer algo. Esas palabras, bien podrían ser mentira, pero eran las únicas que me reconfortaban en aquel momento de histeria. Chanyeol elevó su mano hasta la radio del auto, y la encendió presionando un pequeño botón verde. Lo que pasó después, no tuvo nombre: Parecía que estábamos destinados a que ese fuera el viaje más incómodo en nuestra vida; era la canción, la misma canción que él y yo cantamos al unísono hace un mes antes, en nuestro camino a Conelly. Sentí como mi quijada se forzó, y como él ahora tomaba incomodo el volante. Bajé los hombros perdiendo una batalla, y recargué mi codo en el costado del cristal, para llevar mi mano a mi cabeza y recargarme en ella.

- ¡Hey! ¿Recuerdas esa canción? - habló él, en un tono tan felizmente falso que hasta me dieron nauseas. Poco hombre, insensible maldito besador. Casi besador. - Es la que cantamos en nuestro viaje.

una escritora sin amor || chanyeol y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora