quince

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"Cuando conociste a JiMin y a SeokJin les tuviste mucho miedo. Por un lado estaba el raro primer encuentro, por otro la tensión entre JiMin y tú. SeokJin era una imagen paternal para mi, siempre lo vi de esa manera pues era ese amigo que me cuidaba y mimaba con mucho amor, la persona que además de brindarme una sólida e inquebrantable amistad, también accedía a protegerme de forma más especial.
Gracias a SeokJin yo podía defenderme porque él lo estuvo haciendo por mí muchos años.

Él sabía que yo lo tomaba como si fuésemos padre e hijo, supongo que entendió que encontré en él lo que siempre busqué en un padre ausente. Y me concedió quedarme allí. Acurrucado entre sus brazos y tomando su regazo como un hogar al que acudir. Fue muy doloroso para él y para mi que ese año nos tocasen tantos inconvenientes para vernos, y el día que se conocieron estaba destinado a que saliésemos los tres a tomar algo.

SeokJin dijo verte un buen chico para mi, aunque no cruzaron muchas palabras, comentó que estabas dispuesto a llevarme a tu casa y cuidarme allí, que vio en ti a una persona verdaderamente entregada. Y me duele decir que es así. Que en todos los años que estuvimos juntos, comprendí que eras la persona más maravillosa que el destino pudo haber creado para mi.

Cuando las personas se imaginan a su persona ideal, lo hacen a base de sus gustos, es decir, crean a una persona muy similar a ellos. Que tengan los mimos gustos, que les gusten las mismas cosas, que les gusten las mismas comidas, que tengan hobies en común y cosas de esas.

Cuando yo hice ese experimento, creé a una persona como tú. No teníamos nada en común.

A mi me gustaba el calor de mi casa, a ti te gustaba el campo abierto.
A mi me gustaba disfrutar de la soledad, a ti te gustaba estar rodeado de gente.
A mi me gustaba ver una película un día de lluvia, a ti te gustaba salir a tomar fotos.
Yo tenía tres amigos en total, tú tenías un listado enorme.
A mi me gustaba el chocolate, tú preferías el café.
A mi me gustaba el calor, tú amabas el invierno.

Y todo está en pasado porque al conocernos adoptamos gustos del otro, lo que nos hizo ser parecidos.

Ahora me gusta salir a pasear, me gusta verme con gente, me encantan las fotos bajo la lluvia, bebo café cuando quiero acordarme de ti, ahora me gusta el invierno porque fue la estación en la que nos enamoramos. Disfruto los fines de semana en mi habitación con la tele encendida y una película de Studio Ghibli reproduciéndose en la pantalla, mientras tengo en mis manos una taza de chocolate.

Al principio esos fines de semana eran muy dolorosos. Porque acababa de tener a mi cachorrito y sufrí como el condenado que era, me merezco sufrir de esta forma porque haberle hecho eso. El primer día sin él fue lo más duro que pude haber vivido. Te juro que ni nuestra separación me dolió tanto como dejarle allí. Yo lo cuidé por meses, yo me preocupé por los dos, yo cambié mi vida entera para traerle al mundo, yo lo amé como a nadie jamás había amado. Cuando le vi por primera vez supe que él se había llevado mi corazón entero.

Y llegar a casa después de un parto sin mi cachorro fue desgarrador.

Me pregunté si esta era la vida que yo quería, si el dolor se apaciguaría al cabo de los meses y si cabía la posibilidad de dejar de amar alguien, si podía olvidar a mi cachorro, si yo podría ser capaz de olvidarme de ti. Porque intenté hacerlo. Quise dejar de amarlos, dejar que me olvidasen.

Pero eso no se puede, JungKookie, no se puede dejar de amar a alguien como tú, no se puede dejar de amar a la única persona que me dio su corazón y con la cual fui la persona más feliz de este puto planeta. Me hiciste ver la vida de una forma diferente, me mostraste tu corazón, me enseñaste a ser feliz, me enseñaste a amarme, me diste los recuerdos más lindos y dolorosos, me concediste la oportunidad de ser padre.

iridiscente | kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora