Llamada de auxilio parte 2

Start from the beginning
                                    

— Debe ser una broma — suspira Altair —. ¿Quién demonios rompió ese vaso?

— Avner — miento

— Y es por esto que no tenemos cosas bonitas — suspira. Al parecer aún no conocen ese mágico hechizo que Louis siempre ocupa cuando hace estar algo en mil pedazos por accidente.

— ¿Puedes materializar cosas pero no repararlas? — pregunto —. Qué irónico

— Mis hechizos suelen ser para torturar, matar y tener la ventaja — responde Altair —. No para uso doméstico

— Ah — murmuro

Dejo el vaso en la barra y me escabullo rápidamente. Regreso a mi habitación de prisionera y cierro la puerta. La peor parte de mi secuestro aparte de estar a merced de un par de psicópatas, es que he tenido la misma ropa por cinco días. Al menos por las noches he tenido la oportunidad de limpiarla y tenerla seca para el día siguiente, así que eso era lo que tenía que hacer ahora. Me quito mi blusa a cuadros y me quedo con el top blanco que había lavado la noche anterior. Lavo mi blusa y la dejo tendida en el perchero del baño para que secara. Mis jeans aún estaban limpios por lo que no los lavo.

Me acomodo en la cama, las sábanas estaban frías, pero no tardarían en calentarse.

Podría decir que mi sueño era absolutamente perfecto. Verlo a él era completamente mágico, incluso más que mi vida durante el último año, me hacía sentir estúpidamente feliz. A su lado, todas esas canciones románticas comenzaban a cobrar sentido. Louis sonríe y es imposible no sonreírle de vuelta. Me sentía en la cima del mundo, y no por estar literalmente en la cima de un barranco, viendo apenas una sola parte del frondoso bosque, sino porque estar con él es como tocar el cielo con las manos. Louis me mira fijamente, sus brillantes y juguetones ojos hacen que me olvide de todo, sentí que el tiempo se había detenido y que el momento duraría para siempre. Louis juega con mi cabello, me estremezco por su suave y tierno tacto.

— Te quiero, Kat — susurra en mi oído.

Siento una sensación que nunca había sentido en mi vida. Eran demasiadas emociones juntas como para describir una por una. No tenía duda que yo también lo quería y mucho.

— Te quiero, Louis — respondí

Louis corta la poca distancia entre nosotros y me besa. No dudo en regresar el beso, me aferro a él rodeándolo con mis brazos y jugando con su suave cabello castaño. Louis baja sus manos a mi cadera y me acerca más a él.

Y entonces el sueño cambió....

Louis se aparta de repente, da un par de pasos alejándose de mí. Hace su típico gesto de desordenarse el cabello cuando algo va mal, intento acercarme pero él insiste en mantener la distancia. Se cubre el rostro con las manos y permanece inmóvil. Me acerco asustada, su respiración era agitada, cosa que hizo que mi pulso acelerara, me estaba preocupando. Toco su hombro intentado calmarlo, Louis aparta sus manos de su rostro y su expresión cambiaba por completo. Esa expresión simpática y tierna de su rostro había desaparecido por completo, ahora solo quedaba una expresión gélida y una mirada siniestra. El color celeste de sus ojos fue reemplazado poco a poco por un rojo escarlata. Mi corazón dejó de latir una fracción de segundo, estaba tan asustada, no quería dejarlo pero mi sentido común solo me pedía a gritos que saliera corriendo lo más rápido posible y no volteara.

— ¿Louis? — gimoteo. Estaba realmente asustada

Sus finos labios forman una sonrisa macabra, mil veces más escalofriante y sexy que la del payaso asesino que consiguió traumar a mi hermano Dan de por vida, seguida de una risa malévola.

Irrealidad IIWhere stories live. Discover now