𝐶𝐴𝑃𝐼𝑇𝑈𝐿𝑂 𝑇𝑅𝐸𝐼𝑁𝑇𝐴 𝑌 𝑆𝐸𝐼𝑆

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(Septiembre 4) Viernes.

3:00 P.M

Hace mucho finalizaron las horas de clase, entraron a feriado. Y lo más importante para la mayoria, fue aquel baile de esta misma noche. Nadie perdió tiempo en tomar un baño y lucir lo mejor para hoy. Mientras tanto.

El grupo de amigos decidió por acordar una reunión entre ellos para verse y luego ir juntos al edificio en donde se llevaria a cabo la fiesta. Tomaron asiento en la sala del hogar de Konan. Sus padres salieron unos dias a casa de la abuela, aceptaron que su hija fuera para divertirse, y claro también pedir disculpas en nombre de ellos por no poder asistir.

Aunque se la pasaron el mayor tiempo jugando juegos de mesa. Lograron estar listos, sin algun interviniente.
T/n habia avisado con anticipación que vendria a recogerlos con la limosina alquilada a un viejo rico. Nadie se opuso y ciertamente fue algo gracioso saber que todo se debia a una apuesta en el casino ayer por la noche, y por no tomar por seguro el premio de la apuesta. Aquel viejo decidió alquilar por una noche su limosina, mientras nadie sepa que perdió a manos de alguien que solo venia a divertirse un rato.

Habían llegado más temprano de lo habitual. Para su fortuna, si habían llegado más personas unos minutos después de que estos ingresarán. Todos fueron guiados por un sirviente de alta edad, hasta el gran salón en el segundo piso del edificio.
Apenas abrieron la puerta se quedaron sin habla al ver que habia no uno, sino dos cantineros con cualquier tipo de alcohol que ofrecer, tambien que las luces eran de un rojo tonue y la música era estresante.

...

-Vaya. Pensé que esto seria solo un baile formal- Dijo el Hosghigaki. Camino hasta el moreno que estaba sentado en la segunda barra bebiendo vino blanco. Tomo asiento y pidió lo mismo, ya que no sabía que otra cosa beber.
-¿Qué puedo decirte? Convencí a mi padre que trajera algo de diversión, porque este tipo de cosas son muy aburridas.
-Vale. Tu padre convirtió esto en un especie de antro para pubertos. Lo único horrible aqui es la música.
-Algo para los mayores debía tener esta fiesta- Asintio y recibio su copa de vino.
-¿Con qué propósito?- Interrogo de repente, viéndolo encima del hombro. Kakuzu no volteo a verlo, y sólo contesto con una tranquila voz.
-Todos se preguntaron lo mismo. Pero, no tengo la minima idea.

-Bueno, tendré que ser paciente hasta saberlo.- Alzó la copa para hacer un brindis. Pero el moreno ni se inmutó y lo dejo ahi, con la mano levantada llevando entre los dedos la fina copa con vino blanco.

...

-La mayoria esta bailando. ¿Quieres ir sempai?
-No.- Hidan sonrio burlón ante la fria respuesta del rubio hacia el enmascarado.
-Sabe que Tobi puede enseñarle si no sabe, sólo no me pise los dedos de los pies.
-Tampoco soy tan pésimo, Obito.
Rodo los ojos y se cruzo de brazos. El Uchiha bajo la cabeza y miro en otra dirección. (Bueno, ahora quienes son los que parecen divorciados) Penso arrogante el peli-plata. Colocó el codo en la mesa y apoyo la nuca en su palma.
Konan estaba bailando con Nagatto y Yahiko a la vez, se ven tan divertidos en solo pensar que se ve gracioso, y que cualquiera que los ven, suponen que Yahiko esta ebrio por tremendos pasos que luce en la pista de baile.

Miro en otra dirección. Los aburridos señores de mayor edad conversando en una enorme mesa mientras toman alcohol fino. Hidan no sabia de vinos o cervezas. De hecho, nunca bebió una en su vida, pensando que podrían saber asquerosas y que además de te dejan como un idiota tras sus efectos.
Un joven con pinta de mesero, paso por su mesa y dejo tres copas con un líquido transparente y una uva como decoración. Hidan pensó que eso era agua.

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