𝐶𝐴𝑃𝐼𝑇𝑈𝐿𝑂 𝑇𝑅𝐸𝐼𝑁𝑇𝐴 𝑌 𝑇𝑅𝐸𝑆

68 21 24
                                    

(04 de Julio) Martes

-Se ven como si estuvieran distanciados.- argumento la beta tomando un sorbo de café.
-Parecen recien divorciados.- Ignoro la mirada tranquila de Konan, ciertamente le hacia pensar que acaba de decir una tonteria en algo "serio".

-Al veces nose porque hablo con ustedes.- Giro a la ventana, viendo a cualquier persona pasando por ahí. Aunque tras unos segundos de ignorar cada comentario de las chicas. Se percató de la presencia de Kakuzu, quien hiba al lado de la misma rubia de ayer, ambos andando por la vereda cruzando la calle. Aunque vio atentamente que está misma comentó algo y de inmediato comenzaron a acercarse por aquí. Por instinto, Hidan se giro de vuelta a la mesa y tomo su taza de café caliente.

-Bueno, debo irme, gracias por el café t/n
-De nada.- Konan salió del local en dirección a un almuerzo familiar, en un restaurante no tan lejos de aquí. En fin, la peli-negro habia terminado su pastelillo y estaba por retirarse también.
-Bueno, yo también me voy, ¿vas a quedarte Hidan?
-Esto...- Sus ojos pararon a la puerta de la cafetería, donde recientemente ingresaron Kakuzu y la rubia. Tomaron asiento una mesa frente a Hidan. Al menos el moreno estaba de espaldas, asi que tampoco todo era malo.

-¿No podrias quedarte un rato más?
Esbozo una sonrisa nerviosa, la alfa alzo una ceja confundida. Miro como los morados ojos del menor cada vez hiban viendo al frente, como una especie de señal. T/n miro "disimuladamente" atrás para hallar al moreno en compañia de una rubia, entonces captó a lo que se referia Hidan.
-Watafak, ¿y esta random?
-Si, lo que sea, esperemos.
-Vale.- Lejos de eso. La alfa tomo un sorbo de su café colocando oído a la conversación a los de frente. Y tampoco era la única interesada, Hidan tambien quería saber que onda con que estos salieran.

...

Tras no hallar ninguna cosa que hacer en casa de su tia, salió a dar una vuelta. Necesitaba aire fresco y que mejor lugar que aquel parque en dónde se reunio por última vez con su primo y Deidara. Quien justamente se hallaba solitariamente sentado en un columpio, sin siquiera moverse. Estaba quieto observando a la nada.

-¡Deidara-sempai!- Chillo el enmascarado elevando ambas manos. Estaba alegre de encontrar a su amigo.
-Tobi. ¿Qué haces aquí?
-Mas bien, ¿usted que hace aquí? Este es una zona de niños.- Apunto el gran letrero colgado que tenia escrito ZONA DE JUEGOS PARA NIÑOS. Coloco los ojos en blanco y se levanto del columpio.
-Si, nada mas calentaba el sitio. Hace mucho frio, ¿no crees?
-Oh, que amable de su parte, Deidara-Sempai.
Ambos tomaron asiento en la banca más cercana de los juegos. Rodeados de un silencio incómodo.

-Vale, ¿solo vas a verme o qué?
Se cruzo de brazos a la vez que colocaba los ojos en blanco.
-Sempai, a usted le gustaría saber algo.- El asunto que escuchó en la habitación de Itachi, le resulto un buen tema de que charlar. De todos modos, su primo y amigo, jamás dijeron que debia callar o menos que esto era un secreto.

-Depende. ¿De quién trata?
Se mostró interesado. Al fin y al cabo no tenia mejor cosa que hacer.
-Hum... De Kakuzu y alguien más, no me acuerdo el nombre.
Trato de hacer memoria, pero era inútil. Casi nunca oyó hablar de esa persona extra, tal vez deberia tener una libreta con los nombres de cada persona.
-Bueno, sucede que el sábado por la noche...- Y asi se pasó la tarde. Contando lo que escuchó con ciertos detalles innecesarios para hacer la charla más extensa e interesante, aunque este agregaba palabras inexistenten a la conversación de Itachi y Kakuzu. Pero, como ya logro su cometido. Puesto que Deidara estaba muy interesado en el tema.

Oᑌᖇ ᗪᗴՏTIᑎY•••シ︎ Onde as histórias ganham vida. Descobre agora