El chico del supermercado © (Yoonmin)

🍓Dieciséis🍒

Jimin estaba acostado sobre su cama, su teléfono estaban levantando mientras hacia una vídeo llamada con Yoongi.

- ¿Cómo te fue el día de hoy?

Jimin suspiro.

- Mis padres vinieron hoy - se sentó en la cama, colocando una almohada frente a él, apoyando su teléfono en el.

- Oh, ya veo, Te notó tensó, Amore.

Jimin cubrió su rostro avergonzado por el apodo, Yoongi siempre lo llamaba así, pero aún sus mejillas se ruborizaban y se ponía tímido.

Yoongi río a través del aparato.

- Ya, siempre me haces sonrojar - Dijo avergonzado.

- Te ves hermoso cuando tienes tus mejillas rojitas, pareces un tierno tomatito - dice con una sonrisa.

Jimin descubre su rostro y sonríe.

- Uhm... ¿Acaso no te llevas bien con tus padres? - Pregunta Yoongi curioso.

Jimin niega puchereando.

- Claro que no, solo que estoy un poco cansado, hice ejercicios hoy - Se acuesta boca abajo, apoyando su rostro en las palmas de sus manos.

El peli negro trás él teléfono arrugó su nariz negando.

- No necesitas hacer ejercicio, eres muy hermoso como eres, Amo tus mejillas gorditas - Jimin niega.

- Yoonnie, esa es mi mayor inseguridad - Yoongi bufa.

- Ángel, sé que tienes inseguridades y para eso estoy yo, para desaparecerlas - Sonrío. - ¿Sabes? Yo también tengo muchas inseguridades, pero no importa, no somos perfectos, pero tú..., Mi ángel, eres perfecto - Jimin río.

- Eres todo un galán, eh - Sonríe.

Yoongi ríe.

- Yoonnie...

- ¿Si, Amor?

- Mis padres quieren conocerte - soltó.

Se escuchó un golpe al otro lado de la línea, Jimin se asustó al ya no ver al mayor.

- ¿Yoonnie? ¿Está bien? - Preguntó acercándose al aparato.

- S-si - Se vió al mayor mover su teléfono. - Solo me caí - se posicionó en su cama y sonrió.

- Como decía, Mis padres quieren conocerte, Uhm... ¿Puedes venir? - Preguntó dudoso.

Yoongi asintió sin dudarlo.

- Claro que sí, Amore, ¿Cuando es? - Jimin sonrió complacido.

- Mañana, ¿Puedes?

- Si, ¿Debo vestirme bien? - Rasca su nuca.

Jimin niega.

- No es necesario ir formal, puedes venir como desees, Vístete como te sientas cómodo - Yoongi sonrió coqueto.

- ¿Voy desnudo? - Jimin se sonroja de tan solo imaginar al mayor desnudo.

- N-no... - Habló avergonzado.

Yoongi ríe.

- Está bien - Sonríe.

- Primero irás con Hoseok Hyung un rato, pueden ir por un helado o yo que sé, mientras tanto yo y mamá preparamos la cena, ¿Te parece? - Él peli negro asiente.

- Sip, como desees, meloncito - Jimin ríe.

- Yoonnie, ya tengo que ir a dormir - Dijo divisando la hora, ya eran las 11:10 de la noche.

- Bien, descansa, duerme bien Amore - Besa la pantalla.

Jimin ríe mandándole un beso volando, Yoongi hace como que lo atrapa y lo dirige a sus labios.

Después de una linda despedida, ambos se desconectan, Jimin colocó su teléfono en su mesita de noche y con una sonrisa se acurrucó en su cama, no sin antes apagar las luces.

Por otro lado, Yoongi soltó un suspiro completamente enamorado, amaba como no tienen idea a Jimin.

🍟🍣🥞

El sol pegó en su ventana, dió un giró cayendo de la cama, Jimin sólo un jadeó al sentir el impacto en su brazo, Abrió un ojo y bufó al sentir que no podía moverse, ya que, Estaba envuelto en sus finas sábanas.

Se levantó y vió que era casi imposible soltarse, con poco paciencia y mal humor dió tirones, tratando de deshacerse de las sábanas.

Al conseguir su cometido pateó las sábanas celestes a un lado.

- Malditas sábanas - Bufó dirigiéndose al baño sobando su brazo golpeado.

(...)

Salió de su habitación, encontrando a un pelirrojo dormido, con la boca abierta, que hasta podría entrar moscas dentro, y su cabello rojo desordenado, la sábana estaba más en el suelo que sobre él, su mejilla estaba cubierta con saliva.

Tierno, pensó.

Soltó una risita, se acercó y movió el hombro del mayor.

- Hyung~ - Llamó despacio.

- Mhmmmm~ - trato de golpear la mano del menor.

Jimin río. - Hyung, es hora de levantarse - Movió su hombro nuevamente.

- Nooooooo - Dió la vuelta.

- Hoseok Hyung, ya es hora de levantarse - Murmuró un Poco más alto.

- ¿Mhm? - Dijo sin voltear.

- Hyung, El arroz se está quemando - y como si fuera arte de magia, Hoseok ya estaba dirigiéndose a la cocina.

- ¡Jimin, me debiste levantar! - entro a la cocina, notando que no había ninguna estufa prendida. - Jimin - Miró al menor, quién Levantó los hombros demostrando inocencia.

- ¿Que son esos gritos? - Los menores divisaron a la señora park en el umbral de la cocina.

- No pasa nada, mamá - Sonrió Jimin.

Hoseok lo miro mal. Trató de Voltar su cuello, pero de inmediato sintió un gran dolor.

- Oh cariño, debiste hacerme caso y dormir en tu habitación, pudimos ir a un hotel - Se acercó preocupada, dando masajes al cuello del pelirrojo.

Hoseok negó. - Estoy bien, solo dormí mal, ya pasará - tranquilizó.

- Te daré unos masajes que aliviarán el dolor - Hablo HeeJin.

- Mamá tiene buenas manos - Halagó el peli negro.

La mayor sonrió orgullosa. - Yo preparé el desayunó - Hoseok negó.

- Yo puedo hacerlo, debe estar cansada por el viaje de ayer - Puso los ojos en blanco al sentir como las manos expertas de la mayor masajeaban su cuello.

- No, y esa es mi última palabra - Soltó el cuello del pelirrojo - Listo, ¿Ya no duele? - Hoseok sonrió relajado.

- Me siento en las nubes - río.

- ¡Mamá, sigo yo! ¡Yo también quiero que me des masajes! me golpee el brazo al despertar - Puchereo.

La señora park río.

- Luego, primero preparé el desayuno - Jimin asintió aún con sus labios abultados.