🍓Quince🍒

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Dos meses habían pasado, Yoongi y Jimin se habían acercado más, paraban algunos - casi todos - los días juntos por la tarde, Yoongi invitaba a Jimin a muchas citas. Las cuales transcurrían entré risas, algunos sonrojos, caricias que no pasaban a más, y algunos besos en las mejillas y uno que otro en los labios, siempre iban con una sonrisa y un sonrojó en sus mejillas a casa.

Por la parte de Yoongi, el peli negro estaba más que contento por pasar tiempo con su ángel, poder tomarlo de sus suaves manitas, puedo tocar sus mejillas, claramente con el permiso de Jimin, desde ese momento nunca más dejo que el menor se vaya a casa, sin antes acariciar sus mejillas. Yoongi tenía una manía de medir sus manos cuando se entrelazaban, las de él eran pálidas, delgadas y sus venas resaltaban en ellas, en cambio, su Jimin tenía sus manos pequeñas, gorditas y rosaditas.

Cada vez que tomaba las manos del menor dejaba un beso en sus nudillos, haciéndolo sonrojar. Le encantaba verlo rojito como un tómate, trataba de hacerlo sonrojar la mayor parte posible, ya que, le encantaba ese rubor en sus mejillas.

Decir que Yoongi no estaba completamente embobado con Jimin, sería mentir. Había notado que cuando Jimin hablaba o reía, el estaba de espectador mirando el rostro del menor con tanta admiración, como si de una bella obra de arte se tratará, como si fuera algo único y hermoso, y lo era.

Yoongi había caído ante los encantos de su ángel, y no lo dejaría por nada del mundo, así tenga que hacer lo que sea. Si moría lo buscaría en su vida siguiente, en la otra y las otras siguientes, sabía que en cualquier circunstancias caería ante Jimin. Y no creía que llegaría a decir aquello, pero agradecía de sobre manera a su madre por obligarlo a ir por las compras al supermercado, fue hacia que conoció a su ángel, su Jimin, El Chico del supermercado.

Por la parte de Jimin, el estaba encantado con cada una de las facetas del mayor, su seriedad, sinceridad, timidez en algunas ocasiones y ternura, Yoongi era muy respetuoso con él, amable y servicial, carismático y encantador.

No podía pedir más, se había ganado su corazón en un dos por tres, no lo dejaría por nada del mundo, no importa nada más que ellos dos, sabía que era el correcto, su corazón y mente le decían que Yoongi era un candidato perfecto para disfrutar su vida  hasta que envejecieran juntos.

Amaba cuándo el mayor lo invitaba a salir, Yoongi nunca le decía que eran citas, pero sabía que lo eran, A veces el peli negro era tímido y se avergonzaba, eso le encantaba, era realmente tierno de su parte. Amaba cada acción de Yoongi, cuando tocaba su rostro o sus mejillas, decía que eran suaves como si fueran algodones de azúcar, sus ocurrencias y palabras lo hacían reír y sonrojarse. O cuando dijo que sus manos eran muy suaves y pequeñas como las de un bebé, amaba cuándo besa sus nudillos, Cuando se quedaba viendolo con admiración, No lo notaba al principio, pero luego lo hizo y eso hizo que se sintiera muy especial, y eso que Yoongi le decía a cada momento que era el ser más lindo y hermoso que había conocido.

Amaba Todo de Yoongi, había caído completamente ante él.

🍡🧃🧁

— Tus padres vienen hoy — Jimin asintió sin dejar de lado su teléfono, estaban hablando con el peli negro.

— Dijeron que querían ver a su pequeño fríjol— Jimin volvió a asentir.

Hoseok lo miro seriamente. — ¿Me estás escuchando? — Pregunta entre cerrando sus ojos.

— Si Hyung, es solo que hablo con Yoonnie — Dijo sonriendo.

Hoseok Chasqueo la lengua.

— Yoonnie aquí, Yoonnie allá, Yoonnie Yoonnie — Bufó.

El chico del supermercado © (Yoonmin)Where stories live. Discover now