Predestination

55 4 2
                                    

 Reseñado por  Lobodepeluche

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Reseñado por  Lobodepeluche

Uno de los recuerdos más bonitos de mi niñez consiste en quedarme embobado mirando a los magos de la televisión. Yo ya sabía, incluso en tan inocente época, que aquellos señores no tenían auténticos poderes sobrenaturales; lo cual no me importaba. Había algo fascinante en ese contrato tácito entre espectador e intérprete que les otorgaba la potestad de engañarme. Y, por encima de todo, en llamar a eso arte.

Yo, incido, quería ser engañado. Quería ver cómo me presentaban una colección de acciones mundanas que, por medio del ingenio, aparentaran no serlo. Un efecto que no puede ser real, pero... tu mente se ve obligada a aceptar. Y tú terminas por esbozar una mueca de entre derrota y satisfacción.

Al fin y al cabo, ¿el arte no va de transmitir emociones? ¿Son más válidas la tristeza o el júbilo que el asombro? ¿Existen las emociones de segunda? ¿Cuánto valor tiene que alguien te vuele la mente?

Ahora, en el presente, siempre me vienen a la cabeza estas preguntas cuando tengo que reseñar una película como Predestination. Porque, si bien la magia puede venir acompañado de una bonita presentación o unos personajes divertidos, nadie está ahí para ver eso.

No, el punto fuerte de Predestination es su retorcida trama, que se vale de los convencionalismos de las historias de viajes en el tiempo para contarte algo imposible. Tú en el fondo sabes que es todo un truco, y que lo que hicieron no puede funcionar bajo ningún otro contexto, como el mago que necesita solapas largas esconder las cartas. Aún así, la cinta se acaba y a tu cerebro le da igual; no sabe qué demonios acaba de ver, está tan confuso que se hiere a sí mismo.

 Aún así, la cinta se acaba y a tu  cerebro le da igual; no sabe qué demonios acaba de ver, está tan confuso  que se hiere a sí mismo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

¿Pero, de qué va esta historia realmente? Entramos en terreno pantanoso. El problema es que apenas se puede contar nada de su trama sin caer en profundos spoilers. Digamos que todo empieza con un agente al que encargan su misión final antes de retirarse: atrapar a un terrorista que continúa viajando por el tiempo para cometer sus atentados. Para ello él mismo deberá regresar a los años setenta, donde terminará trabajando de incógnito en un bar. Allí, conoce a un tipo que le cuenta la historia su vida, empezando desde que él era una niña. Sí, desde que él era una niña. Es... complicado de explicar.

Lo que sigue es una locura en la que se llevan al absoluto extremo las posibles consecuencias de los viajes en el tiempo. Y cómo pueden alinearse toda una serie de factores para llegar a un resultado extravagante. De manera superficial, podría recordar a otras obras del cine de sorpresas en la línea de El sexto sentido, pero no es así. En realidad, nos encontramos ante una adaptación de un clásico cuento de Robert A. Heinlein titulado All of you, Zombies. Una extremadamente fiel que rezuma cariño al material original y lo complementa con influencias de obras similares más modernas como Los Cronocrímenes.

Claro, se nota que el presupuesto no acompaña en detalles como los efectos especiales o el maquillaje de caracterización, pero sigue siendo pura scifi literaria de la edad de oro pasada a imagen y sonido. No sé si se llega a entender hasta qué punto esto se sale de la norma, pero en lo personal me parece un caramelo para todos los fans de la escuela anglo de mediados del siglo XX; escritores como Dick, Brown, VonnEgut... o el propio Heinlein.

A nivel ténico no hay demasiado donde rascar. La puesta en escena tiene un aire ligeramente teatral que, si bien evidencia los nombrados orígenes literarios, tampoco se vuelve nunca tan acusado como para molestar. Los hermanos Spierig no son Scorsese pero entienden que, fieles o no al espíritu de un libro, una película tiene que sentirse cinemática, y eso se logra.

Con el resto pasa un poco igual; las actuaciones están bien, con unos correctos Ethan Hawke y Sarah Snook, y la banda sonora es de esas que acompañan adecuadamente pero se borran de tu cabeza al siguiente día. En general, no son detalles que impacten mucho.

La pregunta que surge tras esto es... si tampoco parece destacar en nada en particular, ¿por qué recomendar esta película? Porque sí que lo hace. Destaca en la habilidad que tiene su historia para sorprenderte, en sus giros extraños, y en generarte esa sensación de mindfuck que yo, cuando era niño, buscaba en los magos de la televisión. Y sí, a la pregunta de antes de si considerar a eso arte, a mí me parece tan meritorio como la capacidad de hacerte llorar o reír. Por eso creo que a mucha gente que se acerque a ella con esa mentalidad le podría gustar mucho.

Claro, esto nos devuelve  al problema inicial

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Claro, esto nos devuelve al problema inicial. Y es que cualquier mínima cosa que diga sobre esta parte va a ser divulgar una información que podría estropearle la experiencia a alguien, porque sería dar pistas sobre el truco. Por eso termino dando vueltas en círculos sobre el mismo tema, como ahora, reincidiendo en los paralelismos que encuentro con un truco de magia, intentando decir sin decir. Al final, no puedo aportar mucho más que un corre y mírala.

No puedo más que regresar a los recuerdos de infancia. A cómo me siento en mi sofá, mirando a los magos en la televisión, y quedándome embobado. Sí, la película me hace sentir totalmente igual que eso. Yo ahí sentado tan cerca de la tele que mis padres me tenían que gritar:

"Ana, que te vas a quedar ciega".

La ciencia de la pantallaWhere stories live. Discover now