XXXI. No me puede gustar

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— ¿Quién tenía razón? ¡Yo tenía razón! — exclamó sana con alegoría.

Christopher le seguía la caminata con la mirada desde el sofá de dos piezas. Intentaba ignorarla pero hablaba en voz alta y caminaba en círculo a media sala con aquél par de zapatos de tacón que retumbaba en toda la habitación.

— En realidad no creó que Lee Minho sea el tipo de chico que metería a hannie en problemas — confesó con sinceridad.

Sana detuvo su caminata y lo miró totalmente ofendida.

— Te recuerdo que jisung estuvo a punto de ser procesado por posesión de drogas cuando tenía doce años por un chico como él — vocifero encolerisada.

Christopher intentó defenderse pero ella continúo.

— Mocosos busca problema como él aprovechan la mínima oportunidad para usar a individuos timidos y perdidos. Los hacen sus chivos expiatorios y luego... y luego...

— Exageras —afirmó interrumpiendo el titubeo de la mujer.

Sana apretó los labios en respuesta. Sus hombros temblaron y una lágrima descendió por su mejilla.

— Christopher — pronunció entré dientes.

— Han sana...

Ambos se miraron profundamente durante largo rato. Los ojos de la mujer se cristalizaron cuando su primo extendió los brazos en su dirección.

— Vamos, estoy seguro que no es para tanto

Sana caminó tímidamente hasta él y se dejó envolver en un abrazo reconfortante.

— Has pasado años tratando de cubrir el lugar de tu madre — dijo mientras acariciaba su larga cabellera — saliste del ejército cuando tu madre se fue. Cuidaste a jisung cuando se aisló y quedó sin voz... hiciste frente a tu padre cuando decidió irse a la mar y no regresar... no es tu responsabilidad meter a tu hermano en una burbuja

Los sollozos sobre el pecho de chris se incrementaron. Su camiseta era exprimida con fuerza por los dedos de la enfermera que no encontraba otro apoyo.

— Yo solamente...

— Estas sobre protegiendo a un pequeño hombre que esta igual de perdido que tú y si continuas así, no se que podría suceder

— Es que esos chicos...

— Son de la edad de jisung. Creen que tienen toda la razón y que nada de lo que hacen esta mal, lo se. Pero así aprenden las personas

— Estas siendo estúpido — se apartó a regañadientes para levantarse del sofá y sacudió su ropa de cualquier arruga de debilidad.

— Tal vez si lo soy, pero también me preocupo por ustedes

Sana intentó contradecirlo pero el golpeteo en la puerta trasera la detuvo inmediatamente.

— Adelante — dijo chris.

La cabellera enmarañada y castaña de jisung se asomó por el umbral. Sana le dio la espalda para desaparecer cualquier rastro de lágrimas.

— Buenos días — anunció con voz tranquila.

— Buenos días — secundo su primo levantándose de su lugar.

Jisung entró completamente a la habitación, sus pies descalzos caminaron hasta el sofá de una sola pieza y sin ninguna demora se dejó caer en el.

— ¿Hoy es día de comer con Han Jisung? — pregunto después de un rato en silencio.

La habitación tenía un ambiente incómodo y turbulento. Los hermanos no se miraban pero tampoco se ignoraban completamente.

hippie -ˏˋ¡ minsung ೄWhere stories live. Discover now