XVII. Borrachos

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Jisung no bromeaba cuando se ofreció a ser el medio de transporte que auxiliara a Minho en las mañanas complicadas.
Realmente esperaba que necesitará de él más de una vez pero... eran las once de la noche de un viernes y esa llamada le perturbó el baño de agua tibia.

Ahora pedaleaba descalzo bajo una noche fresca mientras trataba de no descarrilar por las prisas. La brisa le taladraba los oídos y la punta de su nariz se sentía fría.

El gps de su celular le iba dando instrucciones mientras más avanzaba, más de una vez recalculaba y lo hacía retroceder o dar una vuelta más.

Changbin le había llamado desde el celular de Minho para invitarlo cordialmente a visitarlo  y sacar a un ebrio de su casa. Jisung estaba a punto de preguntarle quién era ese ebrio pero una voz ahogada al fondo dando avisos de que iba a vomitar lo apresuro a salir del baño en busca de una toalla.

— Estoy aquí — hablo en cuanto la llamada fue atendida.

— Voy a salir — murmuró Changbin con voz tranquila. Demasiado tranquila en realidad.

Jisung colgó la llamada y estiró la tela de su camiseta, miró a guayaba y le acomodo el timbre que estaba ligeramente inclinado.

Espero mientras se balanceaba de adelante hacía atrás con los talones. La puerta verde frente a él no se abría.

— ¿Qué haces ahí?

La voz lejana le hizo virar el cuerpo hasta ella. Minho le saludaba con euforia desde el otro lado de la calle mientras changbin lo tomaba del brazo.

— ¿No era esa? — preguntó Jisung mientras cruzaba la calle.

— El gps nunca toma en cuenta mi casa — contestó encogiendo los hombros.

Guayaba quedó tendida en el suelo soltando un timbrazo cuando Changbin lanzó a Minho directo al cuerpo de Jisung.

— Ten cuidado — advirtió. Minho se colgaba de su cuello para poder esconder su rostro en el espacio entre el hombro y la cabeza.

Changbin apretó los labios conteniendo una risa. — Jugamos al yo nunca nunca, fue tu culpa que terminará así de ahogado

Minho jaló la camiseta de Jisung dejando su hombro descubierto, después restregó la mejilla sobre la piel expuesta.

— Abrázame —murmuró en voz baja.

Jisung simplemente intento rodear la cadera con los brazos pero terminó simplemente tomándolo por debajo de las axilas para que dejara de colgarse.

Changbin viró los ojos y se decidió a tomar la mochila de su amigo que hasta ahora estaba en el suelo, cerró la reja de su entrada y sin esperar otra palabra, tomó los manubrios de la bicicleta roja y la hizo timbrar dos veces. — Veo que si los dejo solos van a toquetearse así que me marcho con ustedes — sentenció bajo la atenta mirada del único sobrio ahí.

Jisung no encontró peor forma de cargar un pesos muerto que no fuera en la espalda pero se esforzaba por no dejar caer a Minho y mantenerlo bien sujeto de las piernas. Changbin le ayudaba acomodando los brazos o la cabeza que de vez en cuando terminaban colgando.

— ¿Falta mucho? — preguntó Bin después de detenerse por quinta vez  — debí traerme zapatos — se lamentó después de levantar una de sus pantuflas de peluche negro.

Jisung sabía que Changbin estaba igual de borracho, pues estaba disfrutando de hacer bailar el manubrio de guayaba mientras tocaba su timbre.

No era como Minho que se mantenía roncandole en el oído.

hippie -ˏˋ¡ minsung ೄWhere stories live. Discover now