Minho conoce a Jisung en un huerto abandonado. Parece no ser para tanto pero pasa el tiempo y no puede evitar que aquel chico le invada con amor hasta los huesos.
Changbin se retorcía sobre el suelo después de ser lanzado contra el. Minho trataba de callarlo tapándole la boca con la mano.
— ¡Nos va a escuchar! — susurraba.
Bin se sacudía violentamente.
— Te voy a picar los ojos si no dejas de lamerme la mano — advirtió el pelinegro.
Changbin entre cerró los ojos y de inmediato dejó de moverse, minho lo soltó y ambos pudieron sentarse sobre el césped, frente a frente.
— ¿Y eso que fue?
— ¿Que cosa?
Changbin tenía paciencia. Pero no tanta.
— ¡Me lanzaste de la banca, pedazo de idiota!
— Shhh shhhhh
Nuevamente intentó taparle la boca pero terminó recibiendo un manotazo.
— Si hablas en voz alta nos va a descubrir — rogó mientras sobaba el lomo de su mano.
— ¡Al carajo!
— Changbin...
— Carajo... está bien — bajó el tono de voz y casi tranquilo agregó — Esto es patético
Ambos esperaron un tiempo en silencio, luego minho se asomó por sobre los arbustos y al verificar que Jisung se había ido decidió continuar con lo que estaban haciendo.
— ¡Ya está! — se estiró completamente relajado.
Changbin se frotó la cara con ambas manos. — Bien
Minho arrastró enseguida el six de cervezas y la cajetilla de cigarros.
— Fue demasiado patético lo que hiciste
— No lo creo, no quería que me hablará
— ¡Oh vamos!
— Hablo en serio
— Estoy seguro que te apenó la situación. Tal vez sabes que a Jisung no le gusta ninguna de estas cosas que hacemos... y decidiste lanzarme entre los arbustos
Minho se mantuvo en silencio un rato. Bebía lentamente de la lata de cerveza mientras trataba de no mirarlo a los ojos.
Por su parte, Changbin comenzó a fumarse un cigarrillo sabor pera.
— ¿Cómo sabes que no le-
— Lo conozco desde preescolar... siempre fuimos a la misma clase. Es inevitable no conocerlo
— Ya veo
Minho intentó no mostrarse curioso pero tal parece que su lenguaje corporal lo delataba.
— Cuando teníamos diez años fue acosado por un grupo de chicos mayores que se parecían mucho a lo que ahora somos — inhalo del cigarrillo — Él dijo en voz alta que detestaba a los bravucones, supongo que fue un momento de frustración después de ser mojado con agua helada — se encogió de hombros.
— ¿De verdad?
Changbin asintió — Hablo en serio... pero también existe el rumor de que estaba coladito hasta los huesos con uno de esos chicos.
Minho dejó de preocuparse por si parecía curioso o interesado y decidió preguntar.
— ¿Quién?
— ¡Yo que se!
— Si vas a contarme algo, hazlo bien — reclamó mientras apretaba la lata de cerveza ya vacía.
Bin se terminó el cigarrillo, tomó la cerveza restante de su lata y continuó con una segunda ronda. Minho le miraba atentamente.
— Bien, ya veo lo mucho que te gusta
— No me gusta
— Se decía que el chico fue muy amable con él después de que su madre lo abandonará. El padre de Jisung es un conocido comerciante de sardina — explicó — Es un marinero que comenzó siendo pescador, su madre era profesora... cuando la señora Han huyó con un viajero que cumplía un recorrido en bicicleta, Jisung se aisló.
Minho había abierto su tercer cerveza.
— No recuerdo el nombre del chico pero si recuerdo que lo acompañaba a clases, lo dejaba en la entrada del salón y se marchaba
— ¿Eso fue todo?
Asintió mientras terminaba su segundo cigarrillo. — Creo que no tiene mucha suerte con los chicos...
— ¿Novios? hablas de... ¿Novios?
Changbin estaba seguro que no había vuelta atrás. Tenía que contarle todo lo que sabía o Minho lo molestaría hasta que se lo contará todo.
— Si Lee, habló de novios —obvio.
Minho estaba al borde de la curiosidad.
— Se de dos de ellos... el primero arruinó su reputación cuando comenzó a acosarlo junto a su grupo de amigos y el segundo, que es de nuestra edad — agregó — se fracturó la pierna y ahora está en casa, supongo que regresara en unos meses pero-
— ¿Meses? hablas de... ¿Este año? —balbuceo como oración.
Lo miro directamente a los ojos. Le resultó inevitable soltar una carcajada que molestó notablemente a Minho.
— No te preocupes, parece que Jisung lo rechazó y le rompió el corazón. A él le gustan los que tienen apariencia contraria a él pero no se, Seungmin tenía ya varios tatuajes y era muy joven... creo que fue demasiado.
Minho quería preguntar más pero también quería mantener su dignidad.
Sentía un cosquilleo en el vientre mientras recordaba lo que Jisung le había dicho sobre la chaqueta de cuero.
— Salí con una chica que es vecina de Seungmin y tal parece que una noche discutieron fuertemente.
Minho comenzó a sentir curiosidad por los cigarrillos.
— ¿Puedes enseñarme a fumar?
Changbin asintió rápidamente y le cedió el cigarrillo recién prendido que ya tenía entre los labios.
Minho obedeció las instrucciones. Inhalar, retener el humo y exhalar.
Inhalar-retener el humo-toser
— ¡Mierda! — se burló Changbin.
Minho tosió como nunca.
— Seungmin sabe fumar
— Vete a la mierda — masculló.
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