BB x JB

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Abrió los ojos lentamente, sintiendo como por debajo de si tronaban los resortes del colchón de la cama al mínimo movimiento. Las ventanas brillaban tenuemente, sin dejar pasar completamente la luz de sol. Jaebeom siempre se había lamentado por la inutilidad de aquellas ventanas. Se habían vuelto totalmente inservibles desde que se construyó el edificio vecino, aquel edificio se robaba toda la luz solar, lo gracioso era que, solo lograba robar la luz de aquella ventana y no de ninguna de las otras cien totales en el complejo.

Un pequeño cosquilleo en su nariz le recordó su entorno y bajó la mirada hasta encontrarse con el cabello teñido del chico a su lado. Extrañamente, se sentía cómodo, con una extraña familiaridad.

Con una de sus manos acomodó los cabellos del chico lejos de su rostro, Bambam estaba como un koala, aferrado a el, sin embargo, su rostro estaba parcialmente expuesto a Jaebeom, dejandole ver el puente de su nariz blanquecina.

Jaebeom aún somnoliento se preguntó ¿Cómo había llegado a eso? Francamente, sí tiempo atrás le hubiesen cuestionado sobre su atracción a Bambam su respuesta habría sido un rotundo No, o de habría burlado de él con alguna broma.

Semanas atrás Jaebeom estaba compartiendo tiempo con Bambam, como era natural entre de dos amigos, pues, aunque juraban la guerra en cada uno de sus encuentros, seguían viéndose y en el fondo se adoraban, como amigos, claramente. Claramente para cualquiera que no fuera Jaebeom.

Cuando buscas a propósito la atención de otra persona, ¿Es porque te sientes atraído o porque simplemente te agrada? ¿Acaso esos términos son siquiera diferentes?

Jaebeom se sorprendió buscando la sonrisa de su archiamigo cada vez que hacía una broma, buscando su mirada cada vez que llegaba a una cita con sus amigos, esperando su halago o burla cada vez que rotaba un poco su estilo. Estaba obsesionado con la idea de que Bambam lo viera, ansiaba sus conversaciones y se encendía efusivamente cuando hablaban y bromeaban.

En fin.

Ambos se encontraban sentados en el sofá del departamento del mayor, jugando en el televisor el juego del momento y comiendo frituras dejando migajas por todo el mueble de cuero sintético de Jaebeom.

Jaebeom daba miradas fugaces al rostro del teñido, que vivía en un mundo completamente diferente ignorando la atracción del mayor hacia el.

En la pantalla anunciaba el perdedor y el ganador y a estas alturas, sería bastante predecible decir cual fue cual. Jaebeom arrojó el mando al otro lado del mueble recostadose sobre las piernas de Bambam.

-A la mierda todo, ya no quiero jugar- dijo Jaebeom sintiéndose, a pesar de su comentario bastante agradable gracias a su posición.

-No seas un llorón, juguemos otra partida y pensaré en dejarte ganar.

-Mejor duermo, tanta luz hace que me duela la cabeza- Jaebeom cerró los ojos pretendiendo dormir y aunque no podía ver, juró que Bambam estaba sonriendo.

-Oh no, nuestro Jaebeomi está adolorido, que pesar, ¿Qué puedo hacer para ayudar a esta pobre alma en desgracia?- Jaebeom abrió un ojo, espiando el rostro de Bambam tratando de encontrar en sus facciones la burla pintada.

-Podría morir por un dolor de cabeza, no deberías burlarte...

-Oh no, no, no me burlo, de hecho tengo la cura perfecta para tu dolor de cabeza.

-¿Cura?

-Cierra los ojos - Jaebeom acató la orden enseguida y espero con expectativas la acción de Bambam- no los abras, si los abres te mato- La respiración de Bambam se sentía cada vez más cerca y Jaebeom tragó saliva, ¿iba a besarlo? El toque cálido en su frente detuvo su corazón, estuvo ahí durante un par de segundos en los que Jaebeom contuvo la respiración- uno... -Bambam estaba contando ¿Por qué Bambam estaba contando?- dos...- ¿Iba a besarlo a la cuenta de tres? -tres.

Renacer; MarksonWhere stories live. Discover now