15.

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Era cerca de media noche, Jackson miraba la fachada verde de su casa mientras contemplaba seriamente la idea de entrar.

Después de dejar a Na Bom se dirigió directamente hasta aquel lugar como si las malas decisiones lo controlaran.

Jackson se obligó a respirar profundo, en algún momento tenía que regresar a casa, tenía que buscar nuevas mudas de ropa, los ahorros que había olvidado, su computadora, zapatos... aún así un motivo mayor le obligaba a pararse a pasos de la puerta y dudar con su vida si era realmente tan necesario entrar; su padre.

Jackson apretó con fuerza su cabello, debía dejar de ser tan cobarde, ahora era un adulto, debía manejar la situación como tal...

Jackson miró un poco más aquella puerta verde de la fachada, sus piernas temblaban pero su mano ya estaba en la perilla, girandola.

Abrió.

Todo era igual. Ni siquiera necesitaba entrar al lugar para darse cuenta, podía ver la basura por todo el lugar y las latas de cerveza adornando los muebles y alfombra, habían manchas en todos lados, algunas de ellas llevaban tanto tiempo ahí que Jackson no podía adivinar lo que eran exactamente. El piso estaba inundado de escombros y astillas, al parecer su padre mantenía su actitud violenta aún sin nadie a quien golpear.

El olor a vómito y alcohol era corrosivo y Jackson tuvo que limitar su respiración para no vomitar.

-Por fin viniste- La voz se oía en la cocina, su padre lo había escuchado entrar y deducido que sería él, a fin de cuentas no había mucha gente que quisiera visitar a un viejo alcohólico con episodios violentos.

Jackson se asomó en la cocina, las piernas inevitablemente le temblaban, se sentía pequeño e indefenso, el miedo jugaba en su contra. Habían pasado al menos tres meses desde la última vez que vió a su padre.

Se veía demacrado, sus ojeras eran oscuras y profundas, mientras su párpado superior caía sobre el inferior haciéndolo desaparecer, Jackson no evitó ver sus mejillas huecas y su rostro pálido y sin vida. Su padre solía ser un hombre lleno de vitalidad, tan hombre y masculino, elegante e imponente, ahora, de aquel hombre sólo quedaba la sombra...

-Ven, siéntate frente a mi, hablemos- el hombre señaló el asiento frente a él y Jackson pudo ver cómo la piel de su padre se marcaba en sus huesos. Jackson simplemente obedeció sintiéndose extraño al ver cómo se marchitaba su propio padre. Jackson se pusó alerta, ese día el hombre estaba extrañamente sereno y ese no era un dato en el que pudiera confiar del todo- ¿Estás trabajando?

-Si - la cara del hombre era dura y miraba a Jackson como si hubiera cometido el peor pecado.

-¿Qué tal la herencia? ¿fuiste a firmar tu derecho? -Jackson rió con amargura, en el fondo sabía que su padre no estaba realmente preocupado por él, si no por el dinero que su madre le había heredado.

-30 segundos, fue lo que tardaste finhiendo ser un buen padre. Me parece que estás demasiado preocupado por lo ajeno- Jackson cruzó los brazos sobre el pecho.

-Lo cobraste o no -dijo él hombre perdiendo la paciencia.

-Aunque lo haya hecho no te daría ni un sólo centavo.

La mirada del hombre se enfureció y sus fosas nasales se abrían cada vez más.

-Me llamaron de tu Universidad. ¿Abandonaste la escuela?

-Sobre eso yo... -Jackson sabía lo que venía, su padre estaba enojado aún sin importar la Universidad, ahora sólo era un excusa para desquitarse.

-¿Sobre eso qué? ¿Planeas convertirte en un estúpido inservible?, esa zorra te daba demasiadas libertades pero yo no. Estás castigado. Quiero ver esta casa reluciente - Jackson quedó asombrado por la pasividad del hombre que se dió la vuelta para salir de la cocina.

Renacer; MarksonWhere stories live. Discover now