Hijo de la luna [Christopher Vélez y tu]

Capitulo15: "ámbar"

Christopher comenzó a mirar a Erick con furia y este comenzó a sentir un dolor en el abdomen.

— ¡Escúchame bien niño, yo hago esto, por que la gente de tu pueblo es mala, entiendelo! – comentó Christopher dejando de torturar a Erick con la mirada.

— ¡Yo no soy malo, tienes que entender eso tú!– dijo el pelinegro comenzando a toser.

Los ojos de Christopher comenzaron a cambiar de color, la luna iba a cambiar de fase, este cerro los ojos con fuerza ya que sentía un terrible dolor al momento en que sus ojos cambian de color.

Narra Tn_

La hora de la comida llegó, baje a la cocina y me encontré con mis abuelos y una chica que no sé quién demonios era, solo se que estaba muy animadamente platicando con ella, hasta le habían servido un plato de comida ¿quien es?, Por lo que sabia mis abuelos no entran rápido en confianza con alguien, eso significaba que a esa chica la conocían desde hace tiempo.

Fruncí el ceño y me acerque al comedor.

— Oh ella es mi nieta, Tn_ . – dijo mi abuelo levantándose de su asiento y acercándose a mi para tomarme de los hombros.

— ¿Es ella?, Por el amor de Dios, ¡está enorme!, La última vez que la vida aún usaba pañales.– dijo muy alegre.— Hola Tn_.

— Hola, ¿que tal? – dije secamente, algo en ella no me agradaba.

— Ella es la hija de Mikey. – dijo mi abuela, la mujer abrió los ojos a más no poder y me observo de arriba a bajo.

— Creí que era la hija de Alex.– hizo una pausa ¿quien es Alex? — El hermano de Mikey.– oh ahora entiendo ¿por qué mi papá nunca me cuenta acerca de la familia? Creo que merezco saberlo soy su hija.— He vivido engañada todo este tiempo.

— ¡No!, Alex hace mucho tiempo que se fue del país, tiene hijos obviamente, pero no aquí.– hablo mi abuelo. — Por ahora solo Tn_ está con nosotros.

— Claro, esperemos que Mikey no nos traiga otro chistesito. – me dedico una sonrisa burlona, la mire mal, ¿que le pasa?.

— ¿Me pueden decir quien es esta mujer? – dije aturdida.

— Ella es Carla Ventura, muy amiga de tu padre, es una sorpresa que nos haya visitado.– respondió mi abuela sonriente, ¿es encerio?, ¿como puede ser así de agradable con esta mujer que es muy obvio que me está despreciado?.

— ¡Huy si amiga! – dije con sarcasmo, sentándomé en el lugar que me correspondía para comer.

Tomé el tenedor que se encontraba en mi lado izquierdo y comencé a pinchar la verdura hervida que Rosa me había servido.

— No cabe duda que es igual de graciosita que su madre.– cuando la tal Carla menciono a mi madre, la sangre subió a mis mejillas, se pueden meter conmigo pero con mi madre no.

— No es necesario que metas a mi mamá en tu conversación.– dije con cara de pocos amigos.

— Oh lo siento.– dijo tomando asiento justo enfrente de mi, mis abuelos igual sus respectivos asientos. La mujer se me quedó viendo descaradamente.

— ¿Soy o me parezco? – dije mientras posaba  mis brazos en la orilla del comedor.

— ¡TN_! – me reprendió mi abuela.

— No se preocupe Marcela, es solo que Tn_ se parece mucho a su padre, es por eso que me quedé observándola.

Rodee los ojos, que le crea mi abuela pero yo no le creo, ella no me da buena espina.

— Lo se, querida.– dijo mi abuela enternecida y poso su vista en mi.

Ok está es la comida más incómoda que haya tenido, todos me observan ni si quiera puedo comer agusto.

— Y bueno ¿tú que?, ¿estas enamorada de mi padre o que?, Por que si es así, olvidate de que te tome enserio.– lo sé, seguro parezco una malcriada pero esta mujer creo que merece el mal trato.

— Bueno, creo que eso es algo que no te incumbe querida Tn_, solo venía a ver que tal estaban tus abuelos ya que Mikey me dijo que no los había visitando, yo quise pasar a verlos, para decirle como están, pero nunca me dijo que me encontraría con su hija.– me sonrió cínicamente.

Un nudo en la garganta se hizo presente. Si ya sabía que a mi padre no le importo, y ahora esta mujer lo sabe.

Asentí.

— ¡Mirta! – grite, no tolero ni un segundo más estar con esta estúpida, Mirta llegó a mi lado rápidamente.

— En que puedo servirle señorita Basteri.– Carla al escuchar mi apellido ahogo una risa ¿creyó que no la vería?, Pues si, la note.

— ¿Puedes llevarme está comida a mi habitación por favor? – dije con voz firme, no quise que la estúpida me viera llorar o algo.

— Enseguida.– Mirta recogió mi comida y se alejo de ahí.

— Querida... – dijo mi abuela, al parecer noto mi incomodidad y lo descartes que estaba siendo la vieja de Carla.

— No te preocupes abuela, tengo tarea pendiente y debo terminarla antes de irme al trabajo.– mi abuela sabía perfectamente lo que me sucedía.

— De acuerdo, más al rato te subo a ver.– asentí.

— Compermiso, señora Carla.– dije con sarcasmo y me fui de ahí.

Con Christopher.

— ¿Que sabes de Tn_? – pregunto el castaño a Erick.

— Solo se que apenas se mudo aquí, y estudia en la misma universidad que yo.– Christopher toco su barbilla.

— Interesante.– dijo y tomo asiento en el suelo junto a Erick.

Erick quiso alejarse, pero sus esfuerzos fueron inútiles.

Christopher tomo un cuchillo que se hallaba en el piso y delineo el contorno de este con el dedo, en su reflejo vio que en sus ojos ahora eran color ambar, maldita luna nueva.

— Se me está acabando el tiempo.– susurro el castaño. Erick al escuchar eso frunció el ceño  Christopher dejo el cuchillo a un lado y miro a
Erick.— Mañana se decidirá si te dejo libre o te mato.– dijo de lo más normal.

Erick abrió los ojos a más no poder.

— ¡¿Matarme?! Pero ¿Por que? No te he hecho nada.– dijo a punto de derramar lágrimas.

Christopher puso los ojos en blanco.

— Haber primero no seas maricon, no llores, segundo, si te dejo libre será por que me vas a servir de algo y tercero, si te mato será por que ya viste mucho y sabes mucho de mi ahora, así que eso no le conviene.

Erick comenzó a respirar rápidamente.

— Mañana se verá, mañana.– dijo Christopher, Erick se quedo con cara de asustado.

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¿Mañana? ¿Que sucede mañana?