Capitulo8: "alguien me está observando"

628 50 10
                                    

Lo que Erick me acababa de contar no sonaba bonito pero, ¡por Dios!, es muy difícil de creer. Imaginense un chico lindo, siendo malo y maldiciendo pueblos, suena bastante irreal.

Observe a Erick quien después de contarme la leyenda giro la cabeza hacia la ventana y miro el cielo.

— Erick...– el volteo a verme.— Él... ¿Tiene nombre?, además de ser llamado "Hijo de la luna".

El pelinegro asintió.

— Por lo que yo se, si, pero no se su nombre. Nadie quiere mencionarlo, por lo tanto las nuevas generaciones no sabemos su nombre.

— Oh.

El autobús llego a nuestro destino, al bajar, la llovizna caía sobre nosotros.

— Vamos, te acompañó a tu casa.– me dijo Erick.

— No te preocupes Erick, vivo cerca, ve a casa, ya es tarde están por dar las 11:00.– Sonreí.

— Pero... – lo interrumpí.

— Insisto. No me pasara nada malo.

Erick soltó un largo suspiro.

— De acuerdo, te veo mañana por la mañana.– me dio un beso de despedida.— ve con cuidado.– me dijo con preocupación.

— Tú igual.– él asintió y se alejo de donde yo estaba, suspire y mire la luna; Estaba en cuarto menguante.— Así que tienes un hijo.– sonreí y comencé a caminar.— Quien lo diría.

Saque mi celular y entre a mis redes sociales, pero el sonido de pisadas detrás de mi me distrajo, me quede quieta y gire para ver quien era la persona que pisaba así, ya que hacia mucho ruido con el agua que se encontraba en el pavimento.

Pero no había nadie, decidí no darle importancia, tal vez solo estaba imaginándome cosas, después de todas esas leyendas que escuche, es normal que me haya sugestionado.

— A varios cientos de kilómetros, puede tu voz darme calor igual que un sol, y siento como un cambio armónico, va componiendo una canción en mi interior.– comencé a cantar para aligerar el ambiente, que por cierto ya se me había hecho muy pesado, y el camino mas largo de lo normal.– Sé que seguir no suena lógico, pero no olvido tu perfume mágico, y este encuentro telefónico, me ha recordado que estoy loco por ti.– tuve la sensación de que alguien me estaba observando, gire la cabeza rápidamente, y pude distinguir la silueta de un chico que estaba al final de la calle.— ¡Hey tú! ¿Quien eres? — prendí la linterna de mi celular y lo alumbre, pero antes de que la luz pudiera tocarlo desapareció.

Abrí los ojos a mas no poder y me eche a correr, de acuerdo eso me había dado bastante miedo.
¿Sera él?.

Cuando llegue a mi casa abrí como desesperada la puerta y la cerré con llave.

— ¡Dios mio! – dije tocándome la frente.

— ¿Tn_ ? – dijo mi abuela quien ya se encontraba parada frente a mi.

— Aamm hola.– sonrei.

Mi abuela fruncio el ceño.

— ¿Estas bien, cariño?.

— Eso creo.– dije botando mi mochila al suelo.

— ¡Estas muy pálida! ¿Ya has comido algo? – negué con la cabeza.— Con razón, ahorita mismo le digo a...– la interrumpí.

— No te molestes abuela, no tengo hambre, lo que pasa es que... Vi algo muy extraño hace unos minutos.– mi abuela me tomó del brazo y me condujo a la sala de estar.

— ¿Que viste, cielo? – preguntó.

— Vi...la silueta de un chico. Prendí la linterna de mi celular para saber quien era pero.– hice una pausa.— desapareció.– dije sentándome en en sofá.— Que tal si era él.

Hijo de la luna [Christopher Vélez y tu] Where stories live. Discover now