Respiraciones pesadas mezcladas con gemidos aéreos están llenando el dormitorio, la tenue iluminación de la lámpara en la mesa de noche golpeando sus cuerpos, iluminando sus cuerpos sudorosos.
Tu mano está pegada a la polla de Mingyu, bombeándolo con un ritmo rápido pero constante, con gotas de líquido preseminal rodando desde su punta. Tus propios jugos están ensuciando la piel de su musculoso muslo mientras lo muerdes desesperadamente, tus caderas se mueven rítmicamente.
“Dios, joder, eso es todo, cariño, lo estás haciendo muy bien para mí”, gime Mingyu, sus manos masajeando tus caderas, su cabello negro pegado a su frente, ojos llenos de deseo por ti. Se lame los labios, mostrando su cuello mientras echa la cabeza hacia atrás, disfrutando de la sensación de tu mano alrededor de su polla.
“Gyu, eres tan duro”, te muerdes el labio, gimiendo mientras tu clítoris roza su piel. “Me hiciste así, cariño, tan jodidamente irresistible, tan necesitado”, Mingyu deja escapar una risita entrecortada y flexiona el muslo, un maullido sale de tus labios y una nueva corriente de humedad resbala aún más por su músculo. Mueves tu mano sobre su polla más rápido y te agachas, en un intento de envolver tus labios alrededor de su eje, pero gimes derrotado cuando Mingyu tira de tu cabeza hacia atrás agarrándote el cabello.
“Ahora, cariño, ¿qué te dije?”, te pregunta con un tono burlón en la voz. "N-No chupar, solo m-manos permitidas", le respondes. “Buena chica”, sonríe y pellizca tu clítoris, haciéndote gritar. “¡G-Gyu! ¡Es d-demasiado!”, te quejas cuando tus movimientos comienzan a vacilar y él agarra tus caderas, guiándolas hacia adelante y hacia atrás sobre su pierna.
“Vamos, bebé, sé que puedes hacerlo, solo un poco más”, susurra en tu oído, con los labios bien abiertos, como un fantasma sobre tu cuello. El nudo en tu estómago está listo para romperse en cualquier momento y absolutamente quieres hacer que Mingyu se corra contigo.
Colocas ambas manos sobre su polla que gotea y giras las muñecas hábilmente, apretando los dedos alrededor de su base y su punta al mismo tiempo. “¡Joder, joder, me estoy corriendo!”, un gemido gutural es arrancado de la garganta de Mingyu mientras se pone rígido, su polla chorrea gruesas cuerdas de semen, manchando tu mano. En su neblina eufórica, se da cuenta de que aún no te has corrido y rebota con impaciencia su pierna sobre el colchón, las vibraciones de su movimiento te golpean directamente en tu centro.
“¡M-Mingyu!”, gritas y chorreas por todo su muslo, tu liberación gotea sobre las sábanas. Te desplomas contra su pecho, completamente agotado por tu intenso orgasmo, escuchando el corazón de Mingyu latiendo más rápido que la luz.
“Baby, quiero más”, “Joder, yo también”.
✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
