Capítulo 22

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Jane Maclen

-¿Trajiste los pasaportes?- dice mi hermana mientras yo camino detrás de ella y au novia, solo noté como ella asentía con una sonrisa, nos sentamos en la sala de espera, Beth y yo teníamos algo en común a diferencia de Brigette, mi hermana, y era que siempre tratábamos de llegar puntuales a lla vuelos.

-¿Extrañas a Tom?- dice mi hermana con una sonrisa y yo solo puse mis ojos en blanco.
Sabia que solo me lo preguntaba para molestarme.

-Obviamente- digo cansada.

-Dejala en paz- le susurra Beth y yo me senti apoyada por ella.
Deje a las chicas peleando y fui por una dona de chocolate, pero eso pasó a segundo plano cuando vi que tenía una llamada de Tom.

-Hola mi amor- conteste la llamada

-Hola amor, ¿Todo bien con tu viaje?.

Me dirigí a la cafetería mientras hablaba con Tom.

-Si amor, llego como en 7 horas- me formé en la fila.

-Ok, yo llego como en dos, pero no hay problema, si tienes algún problema me marcas amor, te amo- mil mariposas reboloteaban por mi estómago, y con justa razón.

-Yo más- colgué y justo a tiempo porque estaban a punto de tomar mi orden.

-Una dona de caramelo, una de cajeta y otra de chocolate por favor- digo con una sonrisa aunque mi cara casi no se veía por la gorra y los lentes.

Me entregaron las donas, a Beth le di la de cajeta y a mi hermana la de caramelo, claro yo me quedé con la de chocolate, y justo después de comer nuestras donas nos subimos al avión, tardamos alrededor de 7 horas viajando, yo pues no lo sentí tan pesado ya que de inmediato me quedé dormida, en cuanto llegamos a Hawái nos dimos cuenta de que era la 1 de la mañana, así que llegué a dormir, me pareció tierno que Tom reservó dos habitaciones, una para el y otra para mi, pero quedaban justo al lado, el la 512 y yo la 511, entre a la habitación y en cuanto toque la almohada me quede completamente dormida.

Cuando desperté, noté la linda vista que tenía mi habitación tenía una increíble vista, la brisa del mar llegó hasta mi alcoba y sentí el aire fresco rosar toda mi piel, me levanté y me cambie para salir, me puse un traje de baño color azul celeste, y ensima una top blanco que tenía unas mangas muy tiernas que rebajan ver mis hombros, y unos shorts celestes de mezclilla.
Me recogí en un moño el cabello, pues ya lo tenía muy largo y no quería que se me alborotara, me maquille muy poco y salí a desayunar.

Le escribí a Tom que ya había despertado y que me estaba maquillando, el me dijo que le dijera cuando estuviera lista y subiría por mi, lo cual me pareció muy lindo.
Cuando abrí la puerta vi a un Tom con cabello despeinado, una camiseta color Blanca, una gorra roja y shorts rojos, no puedo describir lo sexy que se veía mi querido novio.
-Vamos- me extendió su mano para que la tomara y la entrelazara pero yo lo abrace.

Me le colgué del cuello y le di un beso largo.
-Un par de días sin verte son mucho- digo entre risas mientras caminamos al elevador, bajamos a desayunar y vi a todos comiendo juntos, al parecer Hazza y mi hermana se estaban llevando muy bien, ya que no paraban de platicar sobre los mejores viajes que habían tenido al consumir marihuana.

-¿Que tal tus pankes amor?- susurra Tom para no interrumpir la plagtica de los demás.
-Delicioso, y tu platillo?- el me sonrio.

-Bien- tomo su jugo de naranja, yo terminé el desayuno justo cuando termine darle mi último sorbo a mi jugo Tom se acerco a mi oído.
-Tengo un plan para hoy, ¿Nos vamos?.

Yo asentí, los demás seguían hablando, pero cuando nos levantamos de la mesa nos miraron.
-Vamos a ir a conocer el lugar, Tom acomodó su gorra y después me tomo de la mano.

-¿No nos van invitar?- dice Hazza bromeando.

-Pues no, ellos van en plan de cita- dice Beth y todos soltamos una carcajada.
Luego de eso nos subimos al auto, yo iba de copiloto y Tom fe conductor, y sinceramente yo no tenía idea a donde íbamos, pero mi atención se concentraba en eso shorts de Tom.
Pusimos algo de música y mientras la música sonaba yo veía el paisaje, había hermosas palmeras en la carretera, hasta que Tom salió de la carretera para entrar a un camino de tierra, en cuanto llegamos note en abundancia árboles y más adelante vi una linda laguna.

En cuanto bajamos del auto notamos que estaba atardeciendo, así que Tom estacionó el auto cerca de la laguna y nos subimos al auto para ver juntos el atardecer, mi cabeza estaba en el abdomen de Tom mientras el me tomaba de la mano, era increíble la mezcla de colores que había en el cielo, mire a Tom, sus ojos estaban concentrados en el cielo, y cuando noto que yo lo estaba viendo me besó, fue un beso suave, pero cuando mi mano tocó su pecho el beso se volvió más intenso, mordi su labio lentamente y el me besó con más rapidez, hasta que nos separamos lentamente.
Mire por un rato la laguna, y luego a Tom, y no podía explicar el calor que hacia.
-¿Nadamos un rato?- digo después de ver a Tom, el asintio, nos bajamos del auto y Tom se quitó la camisa y después su shorts para quedar solo en boxers, lindos boxers, eran gris con negro.

Se tiró al agua el primero para ver si estaba templada.
-Esta bien el agua, ven- me llamo con su mano y después recogió el cabello mojado de su cara.

Cuando me iba a quitar la blusa, noté que los ojos de Tom estaban atentos a mi.
-Volteate- le hice una seña y el solo puso sus ojos en blanco y se dio una media vuelta, yo solté una risa mientras me quitaba el short y la blusa, bajé para entrar a la laguna y Tom nado hasta a mi, sus manos rodearon mi cintura, y me pegó a su cuerpo, para después besarme.

Esa sensación de que iba a tener sexo con Tom aumentó, y pueden llamarme idiota, pero tenía miedo, así que a la mitad de todo pare en seco.
-No estoy lista, yo... yo... no quiero hacerlo aún- Tom al principio estaba confundido, pero luego me tomo de la mano.

-Yo te amo, y esperaré hasta que te sientas cómoda- beso mi frente.

Yo asentí.
-Pero... me siento lista para hacer esto- metí mi mano por debajo del agua a los boxers de Tom, sujete suavemente su pene y acaricie su cabecilla dando masajes suaves, al principio Tom suspiro y cuando acaricie la cabecilla solto varios suspiros que terminaron siendo gemidos.

-¡Hay por dios!- gimio en mi oído para después pegarse a mi y tomarme con rapidez y besarme.

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