Adicta Al Romance

Capítulo 8

Estaba parada junto a la puerta, su casa era grande y muy acogedora, estaba nerviosa de entrar, y en todo el camino no le dirigí a Tom la palabra, el momento era incómodo, solo lo veía parado de mal humor con el yeso en la nariz, y toda la cara llena de moretones.
-No es la primera vez que se rompe la nariz- dice Nikki mientras abre la puerta y me ve mirando a Tom, automáticamente me sonrroje.

-Que?- digo distraída, pero gracias a dios un pequeño niño interrumpio el momento.

-¡Mamiii!!- grito y su mamá lo cargó en cuanto llegó hasta donde estaba ella, cuando vio a Tom, se bajó de los brazos de Tom y corrió con el.

-¡Tom!- quería hacer lo mismo que hizo con su mamá pero sus papás no lo dejaron.
-Mi amor, Tom está malito, cuando se ponga mejor podrá cargarte, solo dale un abrazo- Paddy fue cargado por su madre para que pudiera abrazar a Tom, el era tan lindo con su hermano, y se notaba que ambos se habían extrañado mucho.
-Vamos hijo, te llevo a tu cuarto, Paddy ayúdale a Tom a subir a su habitación.

-Te veo alrato- dice Tom para mi, esa fue la primera vez que me hablo desde el aeropuerto.
Yo solo asentí nerviosa, tenía que aceptarlo este tonto me ponía muy, pero muy nerviosa.
Paddy tomo de la mano a Tom y lo ayudo a subir las escaleras, yo no pude evitar morir de ternura al verlos, eran tan lindos.

-¿Siempre son así de tiernos?- digo con una sonrisa, Nikki me iba a responder pero se escuchó como alguien bajaba las escaleras, eran dos chicos idénticos, yo estaba algo confundida, pero recordé que eran gemelos, los hermanos de Tom.
-Hola mamá- dicen en cuanto ven a Nikki, pero su mirada cambió cuando me vieron a mi.
-¿Hola?- abrazaron a su madre y después me saludaron a mi que estaba cerca de la puerta.

-Soy Jane, mucho gusto, ustedes son Harry y Sam- ellos asintieron con una sonrisa.

-Yo soy Harry- el otro chico lo miro con bastante extrañeza.
-No es verdad, esta jugando el payaso, yo soy Harry- yo comencé a verlos con mucha confusión.

-No les hagas caso, el más chino es Harry y el otro Sam, cuídate de Sam, es muy bromista- dice su madre con una sonrisa- Chicos ayúdenme a desempacar, y lleven a Jane a la habitación que está desocupada, se quedará con nosotros unos días, yo iré a ver a Tom- ellos asintieron.

-Yo les ayudo chicos- ellos asintieron y nos dirigimos para la camioneta de Dom, el las había dejado en la banqueta y mientras el sacaba las maletas yo las metía, así hasta terminar, mientras los chicos y yo hacíamos el trabajo ellos me interrogaban, eran bastante amigables.

-Tom no dejaba de hablar de ti- dice Harry con una sonrisa.
-¿Enserio?, que bien- trate de ignorar ese tema.

Ellos se dieron cuenta que no quería tocar ese tema así que no mencionaron más nada.

-Y dime Jane, ¿Te gustan las bromas?- dice Sam mientras pone la última maleta en la sala.
-No la molestes Bobo- dice Harry.
-¡Harry, ven!- dice Dom desde afuera y el dejo la maleta para atender a su padre.

-Las amo- le susurró a Sam para que Harry no escuchara.
-Me encanta, es muy divertido, pero todos me odian que lo haga porque dicen que es infantil- Sam empezó a sonreír.

-Por fin, alguien que habla mi idioma, escucha tenemos que planear una gran broma- emepezo a bajar la voz ya que Harry venía con nosotros, Harry antes de decirnos algo nos miro como si fuéramos unos chiflados.
-Dice papá que lo acompañe a comprarle gasas a Tom, así que tu llevarás las maletas al cuarto de Tom, y tendrás que arreglar el cuarto de Jane- los dos acentimos y Harry se fue, cuando se fue montamos una carcajada ambos.

Tuve que ayudarle a Sam con las maletas, Nikki y Paddy estaban horneando galletas, y ambos estábamos sudando como locos de tanto bajar y subir escaleras.

Solo faltaba mi mochila, así que subí y cuando busqué mis maletas en el pasillo de arriba noté que Sam estaba acomodandolas en el cuarto que estaba frente al de Tom y alado de Paddy, supongo que era el de Paddy ya que tenua un dibujo pegado en la puerta.

-Esta es tu habitación, el baño está al fondo del pasillo, es lo malo de este cuarto, no tiene baño propio, pero... todas las demás habitaciones si, así que prácticamente solo tu lo usarías- suspiro agitado por subir y bajar escaleras.

Entre a la habitación, tenía una cama con cobertores blancos, un tocador y un clóset de madera en color blanco, me gustaba, era cómoda.
-Muchas gracias enserio, eres muy amable.

-Lo que sea por la hija de Iron man- yo le sonreí.
-Ire abajo a ayudarle a mamá, luego se molesta conmigo, recuerda que debes bajar a hacer una galleta- yo asentí, cerré la puerta del cuarto y empecé a buscar mi maleta azul, ya que ahí guardaba a Barrigon, el era un peluche que mi tía me regaló en navidad, me dijo que lo abrazara cada que extrañará a mis papás, o a ella, que el siempre me acompañaría y me cuidaría, me lo dio cuando tenía 6 años y el sigue acompañándome siempre, el peluche es mediano, es un perrito negro con miel y tiene unas enormes cejas y unos ojos grandes y tiernos, abarcaba gran parte de mi maleta, cuando encontré la maleta azul, la abrí, esperaba encontrarme con Barrigon, pero me topé con calzoncillos color ladrillo, negros, rojos, y calcetas deportivas, ¿Que?, esta no es mi maleta.

Era la puta maleta de Tom, tenía que devolverle la maldita maleta, antes de que viera a Barrigon, respire profundo y tome la maleta, tenía que hagarrar valor para tocar esa puerta, estaba demasiado nerviosa, toque la puerta de madera dos veces.

-¡Pasa!- grito y yo gire la perilla, cuando lo hice vi a Tom bajo las sábanas, al parecer estaba hablando con alguien por videollamada.

-Te extraño mucho, y... mamá está decuardo con lo que paso aquella noche en el departamento, se dio cuenta de lo que hicimos- después de decir eso se río, pude notar que estaba hablando con Zendeya, mis ojos se cristalizaron y cuando Tom me vio se quedó serio, no dijo nada, Deya le preguntó si todo estaba bien.
-Si, solo...- el momento estaba muy incómodo, y estaba intentando no llorar.

-Vine a devolver tu maleta, es que Sam se confundió, esa es la mía- señale la misma maleta azul que estaba al lado de su cama.
-Esta bien, si, tómala- dice Tom amablemente.

-¿Quien es?, es Jane- dice Zendeya desde el celular, Tom asintio serio.

-¡Hola Jane!- dice ella, yo solo dije Hola desde donde estaba parada.
-Pasamela para saludarla- Tom y yo nos miramos, y después me acerqué para saludarla.

-Hola, solo vine porque los padres de Tom se ofrecieron en cuidarme en lo que mi tía y mi hermana vienen para acá- por favor Jane, no llores, no llores.
-Super, espero ir pronto, antes de navidad- yo asentí un poco incomoda.
-Debo irme, pero te llamo luego, adiós.

-Adios, nos vemos- me sonrió y yo salí sin mirar a Tom del cuarto, en cuanto salí las lágrimas salieron como río.