Puede ver a su hermana mayor disfrutando de su esposo y de sus hijos, viéndolos crecer fuertes, sanos e igual de egocéntricos que su padre. Se imagina un mundo donde su familia por fin la acepte por lo que es, un mundo donde es la prioridad de alguien, un mundo donde no sufre, donde no llora, donde alguien le da el lugar que tanto creyó merecer y esta dispuesto a hacer de todo, destruir a todos con tal de mantenerla segura. Pero lamentablemente eso no es real y se obliga a volver en si cuando siente que el hombre que previamente la violentaba se retira de su interior, dejo salir su semilla dentro, pero realmente ya no le importa.

La salida del hombre y la entrada de otro le hace saber que no podrá descansar. Gime levemente ante la ferocidad de las embestidas y cierra los ojos para evitar ver la cara de satisfacción que tiene Thomas Morgan al verla así humillada y acabada. Los jadeos de satisfacción que suelta en sus oídos solo le dan asco, pero en su estomago no esta el alimento suficiente para vomitar, sus ojos ya están cansados de llorar. Ya perdió la esperanza de que alguien venga y la encuentre, es evidente que el mundo olvido su existencia, esta cansada de luchar, de ser ella quien siempre recibe el daño o paga las consecuencias. Esta cansada de esperar por alguien que no va a llegar, su luz se extinguió hace mucho ya no hay motivos para luchar, para seguir. Al final no hay nadie que realmente la esperé o ansié su llegada, su princesa tiene una familia feroz dispuesta a protegerla, capaz de cumplir todos sus caprichos, NO la necesita. Rachel seguro estará bien con el hombre que ama, sus padres habrán rehecho su vida y Sam seguro esta triunfando. Ella no es nada más que una mancha, un ser insignificante que hace mucho fue olvidado.

-Es una lástima, tu coño ya no da tanto placer como antes. Estas muy floja, pierdes tu valor fracasada-El tono es mordaz, pero lo ignora. Esta tan entumida que sus degradaciones ya no le provocan nada, solo cuenta los minutos que faltan para que se largue-Alguien debería darte un baño, estas cubierta de asquerosidades. Que diría tu familia al verte, aun mas que diría tu hija al saber la zorra que tiene por madre-No obtiene nada, eso lo enfurece. Con ira agarra su mandíbula y la obliga a mirarlo, esos ojos hechizantes están muertos, ya no hay luz. Pero aún siguen siendo magníficos.

-Me das asco, tarde o temprano te pudrirás en el infierno

-No hay nadie capaz-Es lo ultimo que dice antes de salir de la habitación.


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Su figura se arrastra por el sucio suelo, está vestida con lo que una vez fue una batola de color blanco y ahora estaba marrón por la mugre que acumuló, la piel que una vez fue inmaculada como porcelana ahora estaba sucia y grasienta, un cabello antes lacio y brillante ahora caía por la espalda con nudos, suciedad y grasa. La piel estaba delgada a niveles que no deberían ser posibles (como una persona con anorexia severa) eso se debía tal vez a la escasez de alimentos que le eran suministrados.

A su lado había un catre y sobre este reposaba una agujerada manta lleno de suciedad y fluidos corporales (como orina y semen) pertenecientes a un montón de hombres. La luz que antes poseía ese cuerpo se apagó y su mirada una vez llena de valentía y tenacidad ahora estaba apagada, marchita, sin vida alguna. Brillaba escasamente ante las pocas noticias que recibía del exterior, noticias sobre una pequeña y salvaje leona que hoy en día era la pesadilla de muchos y la realidad dulce de otros.

Sintió un tacto leve alrededor de su muñeca, era huesuda como solo un esqueleto podría y en lugar de tener miedo sentía un calor reconfortante. Subió la mirada, el resto del antebrazo era cubierto por una tela negra pero que curiosamente parecía elegante, dicha tela formaba una capa con capucha donde se asomaba una oscuridad profunda.

FANFIC ILEMMA [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora