—Estoy bien —insistió Harry dando un paso más. El otro se apresuró a colocarse delante de él para ayudarlo—. ¿Louis? —insistió cuando no contestó.

—Dime.

—Parece que no quieres que me den el alta —habló en un tono juguetón, apoyándose en los antebrazos de Louis para quedar más cerca de él.

—No digas tonterías —pasó una mano por su costado—. Solo me preocupo. Quiero que estés bien.

—Lo estoy

«Sobre todo contigo» quiso añadir, pero se calló. Quizás por vergüenza o simplemente el sentimiento inexplicable que lo había acompañado desde que Louis entró aterrado a aquella habitación, demandando que le dijera que estaba bien y que no le habían vuelto a tocar. El mismo día que lo vio llorar de desespero y necesitar un contacto directo con su piel mientras jadeaba cansado. Rendido.

Harry le pidió una explicación aquella noche y sintió que se le fue dada una adornada. Muy suavizada en el argumento de que unas deudas económicas ya se habían saldado.

Harry preguntó cómo y Louis le contestó que eso ya no importaba, que todo estaba solucionado.

Harry preguntó de dónde sacó el dinero y Louis se limitó a contestar que de sus ahorros y trabajo.

Harry le pidió que le dijera la verdad y Louis le respondió que la solución se resumía en la ayuda de alguien cercano y de confianza.

Harry suspiró y se inclinó hacia Louis, buscando con una mano la suya para entrelazar sus dedos, intentando ignorar el calor que ya sentía en sus mejillas cuando el otro cerró los ojos y posó sus labios fríos sobre su frente. Como siempre, tembló ante el contacto y se dejó hacer, buscando más caricias ya casi sin vergüenza, recordando la palabra marido, el resto de los besos y la imperiosa necesidad de estar cerca de él.

Había perdido el avión de vuelta a Inglaterra y la explicación que Nico y él les dieron a sus familias fue finalmente convincente. Le pidieron a Zayn que grabara una nota de audio simulando ser el responsable de la compañía aérea, que había tenido problemas de sobre venta. El tatuado se había prestado encantado, remarcando incluso su acento. Nico y Harry habían fingido un par de fotos y asegurado que en el fondo estaban encantados porque aquello era una forma de alargar su viaje de forma «gratuita» ya que les cubrían el alojamiento y régimen. Harry lo que no sabía era hasta cuándo y, por mucho que evitara no pensarlo, aquella argucia tenía fecha de vencimiento.

—Bésame —le pidió a Louis bajito, sintiendo calor en las mejillas y la avidez en cada poro de su piel.

Eso era mejor que pensar.

Y Louis cumplió. Louis lo besaba siempre que podía, aunque no se lo pidiera.

Y eso le hacía respirar más tranquilo. Como si Louis fuera a desaparecer y solo el contacto físico le diera el fundamento de que seguía existiendo.

Al menos durante un par de días más.

♣ ♠ ♥

Se colocó la gorra granate que llevaba puesta cuando el tabaco se terminó de consumir entre sus labios. Visualizó aquella figura a lo lejos y sonrió tras guiñarle un ojo. Era la enfermera que siempre le había dicho que estaba prohibido fumar en las instalaciones. La misma que terminó enredada en el encanto de sus descaradas caricias cuando Zayn le pidió entonces que lo acompañara a dónde sí pudiera consumir sus cigarrillos.

El tatuado salió del pequeño balcón situado en el cuarto de descanso del personal del hospital y caminó con pasos cortos hasta el pasillo principal mientras se colocaba su chaqueta de cuero.

As de picasWhere stories live. Discover now