Aun en el futuro... - Parte I.

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La soledad te invita a ahogarte en tus pensamientos, a veces pasas horas nadando en ellos, arrepintiéndote, extrañando algo o estudiando alguna situación, el tiempo que había pasado Tenten a solas la ayudo a descubrirse, recordar escenarios y con ello madurar, eran lecciones que se daba a si misma con lo sucedido y le gustaba pensar que no era la única que se había tomado el tiempo de crecer, en el fondo se ocultaba una esperanza de que todo podría ser mejor algún día, esperanza que la hacía sentir estúpida o a veces ansiosa pero ahí estaba haciéndose cada vez más diminuta. Esas personas habían hecho cosas malas, se habían aprovechado de ella y de muchos, habían tomado ventaja de lo que es el amor y mirando en retrospectiva para Tenten era imposible culpar solo a un chico de dieciocho aun cuando sabía que él era lo suficiente maduro para tomar responsabilidad, no podía así como no podía aceptar el hecho de que una chica de la misma edad se haya llevado la mayoría de la culpa, Tenten lo pensó durante mucho tiempo esperando ansiosa el reencuentro ella, al igual que muchos fue una víctima, una presa, un peón más en toda la situación corriendo quizás con el pero papel en la obra, el de aquella que puede ser descartada o suplantada por cualquiera.

Vivir en un lugar tan lejano la había envuelto en una depresión al principio, estar sola durante un embarazo rodeado de desconocidos en una pequeña aldea, confianza solo en una familia que conoció por primera vez aquella noche la hizo preguntarse si su vida de verdad tenía algún valor o si siquiera era preciada para alguien, el hecho de que la cuidaran no es porque se tratase de ella, era por él bebe, algo en ella deseo que él bebe no existiera claro que solo tiempo le enseño que en realidad era alguien preciada, había escuchado de como los ciudadanos de la Arena le lloraron a la reina desaparecida, de su madre y amigos angustiados por su perdida, de la agonía del ignorante de su esposo pero lo que la hizo sentir más querida fue el bonito niño que trajo al mundo con unos ojos grandes que siempre estaban mirándole; ahí descubrió que vivir alejada de todos no era tan malo cuando tenía a alguien tan precioso a su lado, quizás era mucho mejor que estar consciente que eras un peón y no poder hacer nada al respecto mientras continúan manejándote y eso era algo que le esperaba si regresaba al palacio.

Recordaba aquella noche con claridad, Momo su vecina, compañera de fuga y esposa de uno de los generales más importantes del palacio llego con ropas, dinero, joyas y cobijas de parte de Gaara, Toitaro ya tenía más de un año y recibió las cobijas con desorden. - Gaara ha informado todo señora. - Tenten recordó que en el momento nada paso por su mente, Momo se veía triste y continúo hablando. - les dijo que usted estaba ubicada y que había sido resguardada por uno de sus súbditos, con las personas importantes del castillo no hay mucho problema pues lo sabían de antemano, pero con... - Ella me miro, sabía que tenía dudas de si debía mencionarlo, solo ella sabía lo mucho que había llorado el año pasado. - ... El señor Kankuro está muy alterado, como sabe él estuvo en desespero todo este tiempo así que... - La chica sonrió. - Le rompió la nariz a su hermano. - En el momento no pude evitar reír, aunque la sonrisa se fue esfumando, Kankuro de seguro el paso mal y aunque le afecto escuchar aquello algo en ella se alegró por su sufrimiento. - Ahora tendremos que tener más cuidado con los aldeanos de aquí, la noticia se esparcirá pronto y como sabe ese bebe es un blanco.

- lo sé. - Dije con pesadez, sabía que este día llegaría, pero no sabía que el temor que iba a sentir era tanto. - ¿entonces ellos van a venir?

- No. - El pecho de Tenten se calmó. - Evitaran esta zona por unos meses para borrar toda pista. Por eso. - La mujer señalo hacia la cesta. - he traído tantas cosas.

La primera vez que recibió una carta de Kankuro su corazón probablemente se detuvo, la ira, el dolor y la tristeza la hicieron ignorarla por más de dos meses hasta que la curiosidad por la llegada de la segunda carta la hizo dejar el orgullo de lado y leer ambas. Las cartas de su esposo estaban llenas de mucho aflicción y culpa, cada una de los escritos que fueron llegando repetían el mismo patrón de súplica, aunque siempre con el sutil tono de indiferencia que tenía el arrogante rey y con el pasar del tiempo, la soberbia en las cartas se fue llenando de pesar, se hacían más cortas hasta que la última llego con unas disculpas y un adiós. Tenten no respondió ninguna de ellas, no sabía que podía responder a todo aquello, el dolor que sentía quizás era igual de grande que la culpa que arropaba a Kankuro y mientras ambas coexistieran era imposible que una relación amistosa creciera o siquiera se construyera, a Tenten le preocupaba cuanto tiempo iba a durar aquello a pesar de que consideraba el asunto en el pasado, pensar en el la volvía frágil sobre aquellos recuerdos.

La elección. Shikatema FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora