26: Celos. Calidez hogareña.

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Liu Xiuyan sentía que la capacidad de adaptación del principito era demasiado buena. Con los pocos días que llevaba en el mundo moderno, ya sabía manejar cada aparato electrónico que se encontraba en el apartamento, además de usar lenguaje común. Lejos del principe que estaba confundido, Mo Ting parecía destacar en cada aspecto de la vida moderna. Liu Xiuyan no podía creer que su pareja fuera tan inteligente a pesar de su aura juguetona.

Mo Ting se había calmado un poco luego de que su fantasía fuera cumplida, durante toda una noche. Liu Xiuyan estaba resentido por la resistencia del principito. No era normal que un hombre durara tanto. Ni siquiera un personaje ficticio.

Seguían teniendo relaciones de una manera regular y constante, siempre que las hermanas de Liu Xiuyan estaban fuera (casi todo el tiempo). Mo Ting se había vuelto excelente en ese tipo de actividades tras un corto periodo de investigación y análisis. Sabía cosas que nadie de la antigüedad podría saber, y a veces volvía loco al protagonista por su insistencia en probar cada uno de sus descubrimientos. Tampoco se quejaba mucho, porque la mayoría (todos y cada uno de ellos) terminaban dándole más placer del que podía imaginar.

Como el apartamento casi siempre estaba solo, Liu Xiuyan tuvo que establecer una rutina con el principito para evitar que fuera un perozoso. Ambos cocinaban juntos y de vez en cuando, si el clima era cálido, Mo Ting ayudaba a limpiar el pequeño espacio. El principito era alto, así que podía alcanzar ciertas partes de la casa que Liu Xiuyan solo alcanzaba usando un pequeño banco metálico. Su agilidad también demostró ser increíblemente útil al momento de arreglar cosas descompuestas en el apartamento.

Mientras Liu Xiuyan se encargaba de cocinar, Mo Ting hacía todo lo que el protagonista le pedía. Era un buen compañero que obedecía como un niño emocionado.

Liu Xiuyan se había despertado con el inexplicable deseo de comer tacos. Aunque sabía cocinar lo básico de comida mexicana, tenía bastante tiempo sin preparar los platos de su abuelita. Su abuelo era mexicana y le enseñó a su nieto cómo preparar la comida más deliciosa que conocía. A Liu Xiuyan le confundía un poco hacerlo a veces, pero si podía recordar todos los detalles de un libro también podía recordar la receta que su abuelita Lana le enseñó con tanto amor.

Necesitaba ingredientes, así que empezó a prepararse para salir al mercado. Vió a Mo Ting en el baño y entró sin muchos pensamientos. Ya era normal verse en situaciones cotidianas, o al menos eso parecía desde el exterior. Liu Xiuyan seguía siendo tan vergonzoso como siempre.

No fue una sorpresa encontrar al principito en una bañera llena de burbujas. Desde que descubrió esa función de la bañera, Mo Ting había empezado a tomar sus baños con burbujas todos los días. Era adorable de ver, y Liu Xiuyan no podía negar que Mo Ting sí parecía un niño en ocasiones. Sacudiendo la cabeza, Liu Xiuyan le indicó que se hiciera a un lado para que pudiera entrar. Claro, antes de desvestirse le dijo a Mo Ting que ni siquiera pensara en mirar. Había límites incluso para ellos.

Mo Ting apenas le miró, distraído con las burbujas. Sus cuerpos podían entrar sin complicaciones, con Mo Ting doblando sus rodillas para no lastimar al protagonista.

—Voy a salir un rato, Mo Ting— dijo el protagonista, bañándose rápidamente.

—Quiero ir.

El protagonista hizo una mueca. Salir con Mo Ting era estresante, con todos los agentes de empresas intentando reclutarlo para ser modelo o cantante. Ash, era demasiado atractivo para su propio bien.

—Uso la gorra y los lentes— se apresuró a decir Mo Ting percibiendo la negativa del protagonista.

—B-Bien— Liu Xiuyan estaba nervioso de repente.

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