IV: "Cambios de look"

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—Pero que... —Ares tenía la boca totalmente abierta, no podía creer lo que estaba frente a sus ojos. 

—¡¿Te gusta?! —chilló un muy entusiasmado Apolo. 

—Sí... es decir, te queda genial.

Apolo se giró rápidamente en dirección al espejo de cuerpo completo apoyado en una de las esquinas de su habitación. Le sonrió encantado al reflejo.

Ares llegó por detrás y llevó una de sus manos a los cabellos contrarios, esos que antes eran de un brillante castaño. Ahora, sin embargo, relucían un vibrante azul eléctrico. Este nuevo color parecía que hacía resaltar sus celestes ojos incluso más mientras afinaba las facciones de la carita del omega.

 —¿Crees que a papá y mamá les agrade?

Ares interceptó un atisbo de inseguridad en esa frase y quiso tener el poder para que el omega nunca la volviera a sentir. 

—Claro que sí, eres encantador con cualquier color de cabello. 

—Era algo que quería hacer hace tiempo y simplemente se dio la oportunidad.

El alfa no podía dejar de pasar sus dedos por las hebras viendo como estas cedían al tacto. 

La puerta de entrada fue abierta, sobresaltándolos a ambos y haciendo que el suave aroma a caramelo se intensificara por los nervios que corrían en la mente de Apolo. 

—Creo que es momento de la verdad —sentenció Ares dirigiéndolos escaleras abajo. 

La dulce voz de su madre pronto empezó a sentirse más cercana y eso hizo que Apolo afianzara su agarre en la mano de Ares buscando un poco de contención inconscientemente.

Louis saltó en su lugar cuando se percató de la presencia de sus hijos. Fue increíble como obtuvo la misma reacción tanto de él como de Ares. 

—Cachorro, tu cabello...

—¿Te gusta? —Apolo dejó que pasara sus manos por el mismo pero a la vez diferente carácter. 

—Es... wow, es decir... te queda estupendo, resalta tus ojos, pero nunca creí verte con algo así —ambos omegas lucían igual de entusiasmados. 

Ares los veía aún desde la escalera, orgulloso de que Apolo siguiera sus instintos. El alfa tenía el pensamiento de que sentirse cómodo con uno mismo era lo más importante de todo. Si te dejas llevar por lo que los demás dicen o piensan de tu persona nunca podrás realmente estar conforme. 

—¿Crees que a papá le guste? —ahí estaba de nuevo la inseguridad filtrándose en sus palabras.

—Mientras a ti te guste y te sientas cómodo con el nuevo tú no debe importante lo que los demás opinen. Además, es cabello, si te aburres lo cortas y volverá a crecer como antes. 

Apolo se abrazó con fuerza a su madre, hundiendo su nariz en la fuente de aroma en el proceso. Él siempre sabía que decir. 

—Familia, ya llegué —la voz de Harry los interrumpió desde la puerta de entrada. 

—Hola, papá —Apolo se posicionó frente a él de un salto. 

—Wow... solo wow —el alfa frenó sus pasos frente al más pequeño de los omegas que mordía su labio inferior señal de nerviosismo. 

—¿Qué tal?

—Te queda genial, muy tú.

Harry revolvió su cabello, como las dos personas anteriores, y dejó un beso entre ellos. 

—Solo falta la opinión de Atenea... —murmuró el omega.

—Cachorro, ya hablamos de esto, no necesitas la validación de nadie.

¿Se agranda la familia?Where stories live. Discover now