• 17 •

2.7K 217 70
                                    

Nota del autor: Volar, escribir cartas y una discusión de nombres. Y Snape comienza a perfeccionar el arte de avergonzar a Harry.

El fic no me pertenece. Es una TRADUCCIÓN de 'Crime and Punishment' de melolcatsi.

* Link del autor: https://archiveofourown.org/users/melolcatsi/profile
* Link del fic original: https://archiveofourown.org/works/24102232

• ღ •

Después del almuerzo (pastel de pastor caliente, recalentado con un movimiento de la varita de Snape), Snape llamó a los duendes de Gringotts a través de la chimenea para Harry. Ya había preparado el sobre de fotos para la bóveda de Harry.

El duende arrugado y de cara amarga que contestó se presentó como Gruknot, y no parecía nada contento de estar respondiendo a una llamada Flu privado. No ofreció ninguna salva de apertura; se limitó a mirar fijamente a Harry, con su cabeza incorpórea parpadeando con extrañas sombras procedentes del fuego del Flu.

Snape estaba de pie justo detrás de Harry, a su izquierda, y parecía contentarse con ver cómo Harry se abría paso en este lío. Y el propio Harry no tenía ni la más remota idea de lo que podría decir.

–Um... Quería depositar algo...

–Nombre y número de bóveda –lo cortó Gruknot bruscamente, cada palabra goteando desprecio.

–Harry Potter, bóveda... uh...

–Seis ochenta y siete –le respondió Snape con suavidad.

–Bien –Harry se esforzó por no dejar que el rubor se extendiera demasiado por su rostro.

Gruknot parecía entonces totalmente disgustado. –¿Descripción del artículo?

Harry tuvo que tragar para aclarar su garganta y su boca. –Un paquete de fotografías...

–El número de fotografías –exigió el duende. Al menos la parte de 'imbécil' de la afirmación quedó sin decir.

Harry miró impotente a Snape, que respondió con facilidad: –Cuarenta y siete.

El duende asintió bruscamente. –Paquete de cuarenta y siete fotografías. La lista del inventario de la bóveda se actualizará. Pase el artículo directamente por Flu –y entonces Gruknot hizo ademán de retirarse del Flu.

–¡Espere! –suplicó Harry.

El duende se detuvo, el labio comenzó a levantarse en lo que parecía un gruñido.

≫También me gustaría una contabilidad. De... de mis... eh... activos monetarios. Mis galeones. Y de los retiros recientes.

El duende se limitó a mirar a Harry sin comprender, con una ceja arqueada en forma de pregunta. –¿Una declaración?

–Sí...

–Muy bien –refunfuñó Gruknot, como si Harry le hubiera pedido que contara personalmente todos y cada uno de los galeones de la bóveda Potter–. Espere una lechuza dentro de la semana.

–Gracias –empezó Harry, pero cuando forzó la primera sílaba el duende ya había desaparecido del Flu.

Snape no perdió el tiempo y pasó a su siguiente orden del día. –¿Has empezado a trabajar en alguna de tus tareas de verano? –preguntó, sacando su varita oscura y dirigiéndose al estante junto a la chimenea, que albergaba una colección de implementos para el fuego. El cepillo y la pala se desenredaron y empezaron a barrer las cenizas sobrantes de la llamada de Flu de la piedra frente al fuego.

Crime and Punishment - melolcatsiWo Geschichten leben. Entdecke jetzt