Crime and Punishment - melolcatsi

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Nota del autor: Harry sigue atrapado en la casa de Snape.

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El fic no me pertenece. Es una TRADUCCIÓN de 'Crime and Punishment' de melolcatsi.

* Link del autor: https://archiveofourown.org/users/melolcatsi/profile
* Link del fic original: https://archiveofourown.org/works/24102232

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Harry supuso que eran las primeras horas de la mañana cuando se despertó. Todavía estaba oscuro fuera de su ventana, con el cuarto de luna proyectando una pálida franja de luz sobre el suelo desnudo. Harry seguía sintiéndose aturdido y miserable, por supuesto. Apenas había dormido, y había dado vueltas en la cama durante todo el tiempo a través de sueños irregulares y pesadillas. Tenía un poco de hambre por haberse perdido la cena, pero eso no era nada comparado con lo que podía ser el dolor, lo sabía. No empezaría a molestarle realmente hasta dentro de un día o dos, e incluso entonces...

Harry estaba resuelto en su decisión. No iba a tocar ni un trozo de comida hasta que el hombre comprendiera que Harry no era un mocoso mimado, que podía pasar hambre sin quejarse, que incluso estaba acostumbrado.

Aun así, la satisfacción que sintió ante la perspectiva de demostrar que Snape estaba equivocado no hizo que se sintiera físicamente mejor.

Con un gemido, Harry se levantó del colchón y se pasó las manos por los brazos desnudos en un esfuerzo por generar un poco de calor. Estaba sorprendentemente helado, y no tenía ganas de quedarse sin camisa ni pantalones hasta la mañana.

Pero no podía soportar la idea de pasar otro día con esa ropa mugrienta, la misma que había llevado cuando lo llevaron a fichar, de hecho. Y estaba seguro de que no iba a preguntarle a Snape si alguien se había molestado en recoger sus cosas, ni siquiera por un simple encantamiento de limpieza. Prefería darle a Voldemort un abrazo de oso. De hecho, abrazar al malvado hijo de puta parecía mucho menos desalentador que abordar cualquier tema con Snape.

Reprimiendo un gemido, Harry recogió su camisa y se arrastró tan silenciosamente como pudo fuera de su habitación, deteniéndose en el umbral de su puerta para escuchar. Nada. La casa estaba en silencio. Un rápido vistazo a las escaleras le dijo que probablemente Snape estaba en la cama, dado lo oscuro que estaba allí abajo. Afortunadamente, la chimenea parecía seguir ardiendo. Parecía que Snape no la había apagado, a juzgar por el resplandor y el débil crepitar que Harry pudo distinguir mientras bajaba las escaleras.

Harry mantenía los ojos bien abiertos y los oídos atentos a cualquier mínimo crujido o señal de movimiento. Sabía que no quería que Snape lo sorprendiera fuera de la cama a esas horas; lo pagaría muy caro.

Todo parecía tranquilo y silencioso, así que Harry cruzó con cuidado el salón, con la camisa sucia apretada contra el pecho. Sin embargo, una vez en la cocina, se maldijo a sí mismo. Estaba oscuro, casi negro como el carbón, con un poco de luz de luna, apenas suficiente para ver. Bueno, pensó, tendría que arreglárselas. Lanzó una última mirada hacia las escaleras antes de quitarse los vaqueros y llevar todo al fregadero.

En casa de los Dursley, normalmente podía pasar una carga rápida por la lavadora del sótano. Aquí, sin embargo, sabía que tendría que conformarse con un lavado a mano de calidad pobre y sin jabón.

Bueno, pensó, era sobre todo para quitar el sudor y el mal olor de la tela. No era como si fuera a tomar el té con la Reina.

Harry dejó correr el agua durante unos tres minutos, pero pronto se dio cuenta de que no se iba a calentar lo más mínimo, ni a perder su tinte maloliente. Así que, sin más preámbulos, Harry tiró la camisa y los vaqueros en el fregadero y se dedicó a fregarlos tan enérgicamente como pudo bajo el agua helada, con nada más que la mano. Después de un minuto, se agachó de mala gana y se quitó también los calcetines, aunque eso hizo que sus pies desnudos entraran en contacto con el suelo de madera. Como si necesitara más incomodidad, estando ahora prácticamente desnudo en la cocina de Snape, de todos los lugares.