Anaita miro a todos en el lugar y directamente a las cámaras.

-Yo soy la misma persona que nadie nunca será y ahora vengo con mas ovarios que nunca, ahora el mundo temblara, tres años me mantuve en las sombras y llego el momento de que mis alas alumbren –sonrio dirijo su mirada a la novia – Yo me opongo, me opongo ante esta marikada, porque...yo soy la mujer de Sathiel Lomborte y Dhack Mort-Shiro y nadie tiene lo que yo deseo.

Justamente en ese momento los fuegos artificiales empezaron a dispararse, Anaita sonreía cuando llego al altar le susurro a Clarisa y luego volteo a ver a los invitados.

-MUEVANSE COÑO, ESTO SE ACABO... ¡LARGO!

Rápidamente el mundo empezó a salir, pero antes de que la entrara se atascara. Anaita tomo paso y salió dando la cara al mundo, reclamando lo que era suyo, como toda una diosa bajo las escaleras y llego a su auto, para salir del lugar e irse a su siguiente parada.

La familia aun aturdida subió a sus vehículos y condujeron a la casa que habían comprado hace dos años, cuando llegaron a esta bajaron aun mas que perdidos.

Simon estaba a nada de un paro, Marcela hecha mares, Nick con dolor de cabeza pero con una sonrisa, Mikaella estaba loca dándole vueltas al asunto.

Bael estaba muy nervioso, su hermana estaba viva de verdad, no lo podía creer. Hades parecía un desquisiado caminando de aquí alla, emocionado por pegarle a su hermanita por hacerle sentir lo que sintió.

Josenea esta igual que su madre o peor y ahora estaba hablándole a su hijo sobre su tia. Ava abrazaba a su hija llorando y Afrodita le consentia su estomago y esperaba con ancias a su tia, y el regalo que le traería.

Wen estaba ansiosa por hablar con su cuñada, nadie jamás podría hacer lo que ella hacia y lo admitía Wen Mort-Shiro, en cambio su mellizo Ming estaba muy perdido, primero su hermana con acompañante y ahora Anaita renació como Jesús, que mierda era esto pensó.

Erika bebía y bebía sin poderlo creer, miraba las noticias donde en todas aparecía el rostro de la pelinegra y la noticia tan impactante.

Al otro lado del mundo estaban los árabes, observando el noticiero y aunque en la pantalla se veía en carne y hueso la pelinegra, se negaban a creerlo; como era que ella sobrevivió si Gamal había quedado repartido por todo el suelo.

Y en la misma casa donde estaba la familia, Dhack recostado en una pared repetía una y otra vez la imagen de su novia, era ella sin duda y aun asi pensaba que era una ilusión. Sathiel le seguía el ritmo a su prima, literalmente su novia difunta apareció el día de su boda como toda la diosa que es, tres años ahogado en dolor para saber que estaba viva.

Todos estaban en sus pensamientos, pero un rugido de motor los alerto.

- ¡Tía! –grito entusiasmada Afrodita

La pequeña salto de los brazos de su madre, para salir corriendo hacia la puerta. Los demás quedaron pasmados pero cada uno se movió siguiendo a la pequeña castaña, cuando todos estuvieron afuera de la casa, un auto color rojo se acercaba y dando una media vuelta paro a unos metros de ellos.

Conocían aquel auto y sabían lo que estaban esperando, pero aun asi era como si esperaran su peor pesadilla y su mejor sueño, una combinación que no le hacía bien a ninguno.

La puerta del Lamborghini se abrió, por ella salió la hermosa pelinegra con el mismo vestido, cerró la puerta y se quedó allí parada, mirando a cada uno de las personas.

DOLOROSOS [ En Edición ]Where stories live. Discover now