Capítulo 7:

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Jinsoul podía escuchar con claridad la voz de Hyunjin por el pinganillo. Habían venido más mecánicos por lo que Yuta y la morena llevaban un rato llamándole "Yangjin" en lugar de su nombre real. Tenía pensado dar unas cuantas vueltas al circuito de entrenamiento y cuando escuchó la voz de Hyunjin desde la línea de salida, hizo lo que le indicaba.

—Vale, la aceleración del coche es una jodida pasada, así que empieza con cuidado. No pases de los ciento cincuenta y frena cuando lo consideres necesario. Siéntete cómoda... Eh... ¡Cómodo! Con la pista y todo eso, tres vueltas y si todo va bien empieza a subir la velocidad, ¿entendido?

—Oído. Dame la señal. —Hyunjin hizo funcionar las luces del semáforo y en cuanto Jinsoul vio vía libre, aceleró.

En cuestión de segundos alcanzó una velocidad que con su coche le habría sido imposible. El circuito era ancho y controlar el volante suponía mucha más fuerza de la que había imaginado. Sus experiencias de regalo para su cumpleaños no se acercaban ni un pelo a lo que estaba sintiendo dentro del coche.

Ni si quiera iba demasiado rápido, pero todo su cuerpo estaba temblando. Tendría que entrenar los brazos si quería continuar con eso, pero a cada segundo que pasaba así lo sentía. Correr suplantando a Taeyong no parecía una idea tan loca como lo había imaginado y sentir el poder de una máquina como lo que era aquel coche debajo de todo su ser era simplemente una de las mejores sensaciones que había sentido.

Estaba llorando y desconocía si era por la velocidad o el sentimiento de pura adrenalina.

—¡Jins...! ¡Yangjin, relaja! ¡Te estás poniendo a doscientos cincuenta y aun no has terminado la primera vuelta!

—Voy bien, ¿no? —Preguntó.

—Sí, pero... —Jinsoul interrumpió a su amiga.

—Entonces déjame seguir a esta marcha.

—Vigila con las curvas. Y no te acerques a los trescientos a menos que te lo diga yo... ¡Jinsoul! ¡Qué vas a doscientos ochenta! —Hyunjin se llevó una mirada de reprimenda por parte de Yuta al haber llamado a la chica por su nombre.

—¡Yuju! —Celebró. Sentía que tenía total control del coche. No le parecía una tarea tan complicada como se había imaginado y siendo la única que corría en todo el circuito, se sentía como si fuera la reina de Incheon.

Se había hecho a las marchas del coche más rápido de lo que cualquier piloto lo hubiera hecho. Experimentó con la tracción en una vuelta algo más lenta y, sintiendo que el coche y ella eran como un solo ser, volvió a acelerar en las zonas más accesibles, llegando a alcanzar una velocidad de trescientos diez kilómetros por hora en cuestión de segundos. Las advertencias de Hyunjin eran como sonidos de fondo a los que no le hacía demasiado caso. Era la dueña de la pista completa y entró en su ultima vuelta a trescientos cuarenta. Sintiéndose única.

—Vale Yangjin, lo pillamos, eres la hostia pero ves reduciendo y frena el coche ya, el jefe de la escudería esta aquí y no nos deja jugar a los cochecitos de carreras mucho más tiempo... ¡Eh! —La locución de Hyunjin se vio interrumpida y Jinsoul, un tanto confundida y ligeramente asustada por si se había metido en un lio comenzó a disminuir la velocidad y reduciendo marchas para llegar de nuevo a las parrillas de salida.

—¿Seo Yangjin-ssi? —La voz de un hombre se escuchó por la radio y apretó el volante asustada. No sonaba como Yuta, y el japonés no le habría llamado así con tal formalidad. —Me gustaría hablar contigo cuando detengas el coche, soy el director de la escudería, Byun Minjun. Le pasaré el último tramo de locución a nuestro equipo técnico y no a la pit babe, ella no sabe tanto de coches. —Ofendida por el comentario acerca de su amiga, detuvo el coche en la parrilla y sin contestar al jefe de la escudería desmontó el volante como le había enseñado Yuta y bajó del vehículo.

Lemonade [Jung Jaehyun; NCT]Where stories live. Discover now