¿Secuestro? Sophie:

2 0 0
                                    

Mi cabeza estaba borrosa. No veía nada.  Sentía que todo me daba vueltas, y de repente, vi todo oscuro. Sentía que no era yo, me sentía en otro lado. No recuerdo mucho más, solo recuerdo toparme a esos chicos en la carretera y empezar a ver todo borroso. Por lo poco que pude pensar, sabía que me habían echado algo en la cara sin darme cuenta. Luego de un tiempo viendo todo negro y sin recuerdos, conseguí abrir algo los ojos. Estaba en un sitio realmente pequeño, como una caseta. Atada de manos y piernas. Tenía una cinta aislante en la boca. Quería gritar, quería dar golpes pero no podía, no podía ni moverme. Rápidamente escuché gritos, coches y golpes. Me volví a desmayar.  La siguiente vez que conseguí abrir algo los ojos, estaban moviéndome con una camilla por un hospital. Los medicos gritaban, se ordenaban cosas  y de fondo oía a mi familia y a los Koatch sollozar. Tom se acercó a mi y me susurró al odio.
-Vamos mariposilla, tu puedes. Por favor, si te pasa algo... No podría esperar a otra vida para estar contigo. Te amo desde que tengo 7 años, y aún no te lo he podido decir. Ni siquiera has echado aún tus alas a volar, aún no estas preparada, tienes que brillar, brillar más, te amo.-
Sus palabras fueron preciosas, ahí me di cuenta de que nos odiábamos porque así ocultábamos nuestros sentimientos. Vi necesario mirarle a los ojos, aunque me costó demasiado si quiera moverlos, pero lo conseguí. Él se sorprendió, pero me sonrió y un brillo en sus ojos me dieron fuerzas a seguir intentando vivir, aunque fuese solo para volver a verle esos brillos en los ojos. Estuve varios días viendo todo negro, pero desperté.

La maldición Koatch.Where stories live. Discover now