El cumpleaños parte 2

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Pov Lexie

Definitivamente no debí invitar a la madre de Alex, ella solo salió a tomar aire y volvió con su agradable esposo (nótese el sarcasmo) gracias a Dios los amigos de Izan comenzaron a llegar, estoy sentada en una mesa con Alex, mientras que mi suegra y su esposo están en otra, y mi madre junto con su pareja están jugando con los demás niños.

—¿Gatita estás bien?—Alex comenzó a acariciar mi espalda haciendo que me relajara un poco.

—Si mi amor ¿y tú?—Alex sacó alcohol etílico y algodón de un  botiquín desconcertandome.

—Yo estoy bien, pero tú no Lex, mira tu brazo—lo entendí al instante, mi brazo izquierdo tenía pequeñas heridas sangrantes junto con manchitas moradas.

—Perdón—bajé la cabeza, Alex tomó mi mentón para poder verme a los ojos

—No me pidas perdón, no hiciste nada malo—me tomó de la cintura para que me sentara en sus piernas.

—Odio esto, debería estar contenta es el cumpleaños de nuestro hijo—mordí mi labio inferior cuando Alex pasó el algodón por mi brazo.

—Él está contento, es normal que te pusieras nerviosa—descansé mi cabeza en su hombro he inhalé su perfume.

—Te amo mucho—su mano se paseó suavemente por mi espalda brindándome tranquilidad.

—Yo te amo a ti princesa—me senté en mi silla cuando vi a Izan venir a la mesa.

—Mamiiii ven vamos a jugar—la sonrisa de mi hijo me emocionó, así que me levanté y le tomé la mano.

—¿Qué te parece si perseguimos a papá? ¿Cazamos al ratón?—Izan asintió y Alex corrió hacía el brincolín

—¡Voy por ti papá!—solté una carcajada cuando Izan junto con otros "gatos" se unieron a la casa de "ratones".

Media hora después de que comenzó el juego decidí sentarme un rato a descansar, minutos después Alex se sentó a mi lado y comenzamos a tomar fotos.

—Sabes... Cuando me dijiste que Rebeca estaba embarazada me imaginé esto, mi corazón se iluminó, y cuando lo vi supe que daría lo que fuera por él, aún sin saber que yo sería su madre supe que no amaría a nadie más de lo que lo amo a él, se que el bebé que viene va a igualar lo que siento por Izan, pero para mí no hay diferencia—Alex no brilló por completo hasta que su hijo nació, y yo tampoco.

—Me sentí completo Lexie, cuando lo tuve en mis brazos, algo en mi se reparó, algo que creí irreparable, él me cambió, de hecho nos cambió, siempre te he amado, pero cuando te ví cargarlo por primera vez, entendí que eres el amor de mi vida, porque amas a quien yo más amo en el planeta, y lo amas con la misma intensidad que yo, tal vez más, y ese bebé que viene en camino terminará de sanar todas esas heridas que tenemos, gracias gatita—Alex me iba a besar, pero un ruido de impacto nos sacó de nuestra burbuja.

Izan estaba al lado de una pequeña de aproximadamente tres años en el suelo, ambos con los ojos completamente abiertos, estaba apunto de correr hacía ellos cuando mi bebé se puso en cuclillas frente a la pequeña, de pronto todo estaba en silencio, los ojos de todos los invitados sobre ambos pequeñitos.

—Lo...lo sien...to mucho, ¿Estás bien?— mi hijo tomó un mechón del cabello de la niña y lo pasó tras su oreja para quitarlo de su cara.

—Estoy bien, no te preocupes—las mejillas de la pequeña se tintaron en un tierno color carmesí.

Izan se paró y le ofreció la mano para que pudiera levantarse, ella lo tomó y cuando estuvo de pié mi hijo le dio un lindo beso en la mejilla, provocando que la niña pareciera un tomate, y aún tomados de la mano se encaminaron al brincolín.

—Hola, ¿Tú eres la mamá de Izan cierto?—todavía en shock asentí a la pregunta que me hizo la señora frente a mí.

—Soy la mamá de Raquel, la niña que estaba en el suelo, todavía no nos conocemos, mi esposo siempre lleva a la niña a la guardería, soy Liliana—ella extendió su mano hacía mí y yo la tomé.

—Hola, soy Lexie, lamento lo de tu hija, cuando Izan se emociona tiende a ponerse un poquito intenso, supongo que la empujó y así terminó en el piso— Lili hizo un gesto con la mano restándole importancia, se sentó en la silla que era de Alex, él estaba sentado con su madre así que no importó mucho.

—No pasa nada así son los niños, además tu hijo es todo un caballero—ambas soltamos una risita al recordar como besó su mejilla.

—Si, creo que ya hasta se volvieron amigos, los niños son curiosos—ambos niños estaban sentados "tomando el té".

—¿Tienes una hija?—la pregunta de Liliana me hizo fruncir el ceño.

—No ¿Por qué la pregunta?— las mejillas de la mujer se pusieron rosadas.

—Perdón lo supuse porque hay juguetes de niña por toda la casa como las tacitas— asentí cuando entendí el porque de la pregunta.

—Cuando Izan se fija en algún juguete se lo compramos sin importar en que sección se encuentra, acordé con Alex, mi pareja, que no haríamos esa clase de distinciones, para nosotros los juguetes son solo eso—Lili me miró pensativa.

—Me párese algo genial, ¿pero no te preocupa que vayan a molestar a Izan en un futuro?—suspiré.

—Me preocupa que lo vayan a molestar por no ser un niño neurotipico, Izan es mentalmente "privilegiado", yo también lo fuí, y la pasé muy mal, pero no lo voy a privar de otras cosas, suficiente va a tener con la sociedad como para que yo rompa sus ilusiones— ella asintió.

—Bueno, creo que por ahora tiene una buena amiga—mi hijo seguía llevando a Raquel por todos lados de la mano, y la pequeña se dejaba guiar muy contenta.

Después de la plática que mantuve con la madre de Raquel partimos la piñata y el pastel, poco a poco las personas se fueron de la fiesta hasta que quedamos Alex, nuestras madres, sus parejas, los padres de Raquel, Raquel y yo.

—Mi cielo despídete de Izan—los ojos de la niña se llenaron de lágrimas al escuchar a su padre.

—Pero papá...—Izan se acercó a ella y le tomó la mano de nuevo.

—Tranquila gatita, podemos vernos pronto ¿Verdad mamá?—atónita por la forma en la que mi hijo la llamó solo asentí.

—Cla...claro, puede venir cuando quiera—la niña aplaudió feliz y le dio un beso en la mejilla a mi hijo.

—Adios gatito, nos vemos pronto ¿podemos venir mañana?—los cuatro adultos a cargo de los niños nos vimos y asentimos lentamente.

Yo fui a costar a Izan mientras que Alex se puso a recoger todo lo que quedó en la cocina y el patio, una hora después nos encontramos acostados en la cama.

—No puede ser, la llamó gatita—dije en un tono lastimero.

—Y ella a gatito a él— dijo Alex antes de reírse.

—¡Oye no te rías, mi bebé es solo mío!— El volvió a reírse y yo lo seguí
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Izan ya encontró una amiga, ¿Qué les parece?
Ya falta poco para que este libro termine ¿Les gustaría leer una historia entre estos dos pequeños?

Enamorada De Mi Mejor AmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora