Culpable

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                       Pov Alex

Ya ha pasado un mes desde que llegué a vivir a casa de Lexie, y ella cada vez está peor, casi no duerme y cuando lo hace comienza a gritar, en cuanto a la comida casi no come nada y lo peor es que me está mintiendo, y yo finjo no saberlo ya no se que hacer y no se cómo ayudarla.

—¿Segura que quieres ir sola al trabajo?—Lexie está apunto de subir a su auto y se que es la última oportunidad que tengo de que me diga la verdad.

—Alex, cariño ya te dije que estoy bien, ve tranquilo al trabajo y en la noche nos vemos aquí—ella sonríe pero se que está asustada la conozco hace mucho.

Una vez que ella sube al auto yo me dirijo a ver a Liliana, ella fue la psicóloga de Lex por muchos años y creo que la va a necesitar.

Llego al consultorio y procedo a sentarme en las sillas que están en la sala de espera.

Media hora después salió Liliana y me pidió que pasara al consultorio.

—Alex eres todo un hombre, hace años que no nos vemos—Liliana me conoció gracias a Lexie, ella me ayudó con las terapias por un tiempo.

—Si, ya pasaron bastantes años, más de los que pensé—a pesar de la situación no podía dejar de sonreír, Liliana me daba terapia gratis ya que sabía mi situación.

—Que te trae por aquí Alex ¿pasa algo malo?—ella es una gran psicóloga. siempre se preocupó por nosotros.

—Es lex— la preocupación en mi voz era casi palpable.

—¿Qué pasa con ella? la última vez que la vi ella ya era toda una
señorita—una sonrisa  se poso en sus labios como si recordara algo. 

Procedí a contarle todo lo que había pasado, se que no es mi historia y no debería contársela a nadie, sin embargo estoy desesperado y necesito ayuda.

—Dios, es que acaso no puede estar tranquila, ya ha pasado por tanto y no logra estar en paz—Liliana se veía muy frustrada, a pesar de que solo era la psicóloga de Lex con el tiempo se volvieron amigas, ya que como dije antes Lex tomo mucho tiempo terapia.

—¿Qué hago? ya no se cómo ayudarla, lo he intentado pero no quiere hablar conmigo, se que no la puedo obligar a nada pero tal vez la podría traerla contigo—no me pude contener y empecé a sollozar, Lex es muy importante para mí.

—Lo primero que vamos a hacer es hablar con ella, yo podría ir a su casa uno de estos días —suspire con alivio, de verdad necesito ayuda.

Saliendo del consultorio de la psicóloga me dirigí hacia mi oficina, ha arreglar unas cuantas cosas que tenia pendientes, unas horas después me entro una llamada al celular al revisar quien era una sonrisa se poso en mis labios, era Lexie.

—Hola pequeña  ¿ya estas en casa? — desde que conocí a Lex entendí que es sentirse preocupado, ella me importa de una manera que no creí posible.

—Alex perdóname — su respuesta me puso alerta, ella estaba llorando inmediatamente me pare de mi silla y comencé a guardar mis cosas.

—Lex que pasa— decir que me encontraba al borde de colapso era poco, estaba empezando a imaginar millones de situaciones horrendas.

—Alex, te necesito— su voz se oía cada vez mas apagada, lo cual me da a entender que se encuentra débil y es suficiente para hacerme sollozar.

—Pequeña, no me cuelgues por favor dime donde estas— para este momento yo ya estaba en mi auto esperando que Lex me diera una dirección.

—Estoy en casa— y con esa respuesta me sentí un poco mas tranquilo, la oficina esta 10 minutos de la casa, pero si me apuraba podía lograr llegar en 5.

—Tranquila, ya voy para allá, no tardo ni 5 minutos, todo va a estar bien— a la velocidad que iba podría chocar, pero no me importaba, no me importaba nada mas que llegar con mi pequeña, y entonces lo entendí estoy perdida e irremediablemente enamorado de Lex.

—Alex perdóname, Alex te amo mucho, perdóname—sabia que mi pequeña se estaba rindiendo, y eso no me gustaba nada ella iba a estar bien, tenia que estarlo.

—No, no te disculpes yo no tengo nada que perdonarte, Lexie todo va a estar bien, yo también te amo mucho, y de ahora en adelante te cuidare mas y no voy a dejarte sola, solo espera un poco mas estoy a un minuto—Mi corazón estaba al borde del colapso 

Después de aproximadamente 3 minutos me encontraba a fuera de mi casa, ni siquiera se como estacione el auto, me baje corriendo y entre en la casa, comencé a buscar a Lexie por todos lados maldije mentalmente a la casa por ser tan grande, por fin entre al baño y ahí estaba mi Lexie, mi pequeña con dos torniquetes al rededor de sus brazos, se veía muy pálida y estaba casi inconsciente, un así me regalo una hermosa sonrisa antes de desmayarse.

Tome a Lexie entre mis brazos y salí corriendo de la casa, la subí al auto le puse el cinturón y salí hacia el hospital, que para mi suerte se encontraba a 12 minutos de la casa, acelere lo mas que pude y por fin llegue al hospital, baje del auto y volví a cargarla.

—Señor, ponga a la señorita en la camilla por favor— una mujer de unos 36 años apareció en mi campo de visión sacándome de mi trance.

—Que sucedió— la doctora me miraba esperando mi respuesta.

—No lo se, estaba en mi trabajo cuando ella me llamo por lo que veo se corto las muñecas, vera Lexie ha pasado por eventos muy traumáticos en estos últimos días —

—Si, lo se solo que siempre he visto a la doctora como una mujer incapaz de hacer esto—

—Espere, ¿usted la conoce?— y ahí fue donde caí en cuenta, Lex trabaja aquí.

—Claro que la conozco, ella fue mi interna—un destello de tristeza atravesó a la doctora frente a mi, la cual ya estaba administrándole sangre y plaquetas a mi pequeña, mientras otro doctor un poco mas joven suturaba sus brazos.

—Doctora le pido discreción respecto a este tema—ella me sonrió y asintió con la cabeza.

Después de hacerle unos cuantos estudios la doctora salió de la habitación, dejándome a solas con Lexie, la cual poco a poco estaba recuperando color, sin embargo un pensamiento no dejaba de rondar mi cabeza, esto es mi culpa, yo sabia que ella estaba mal y no pude ayudarla.  

  

              

Enamorada De Mi Mejor AmigoHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin