¿Y si no puedo?

90 6 0
                                    

Pov Lexie

Después de dejar a Izan en la guardería del hospital me apresure a atender a todos mis pacientes, sin embargo ni siquiera pude concentrarme, esa idea que tuve el día anterior no dejaba de dar vueltas en mi cabeza y eso me ponía muy nerviosa.

—Katia acompáñame a mi oficina por favor—ella solo asintió y me siguió.

—¿Todo está bien? Doctora usted sabe que puede confiar en mí para lo que sea—a pesar de que Katia ya no es mi interna me es muy leal, y yo la quiero mucho.

—Katia ya te dije que para ti soy Lexie, o Lex, y también te he dicho que no tienes que hablarme de usted—un intento de sonrisa pasó por mi cara, pero creo que fue más como una mueca.

—¿Estás bien?—procedí a contarle lo que me tenía así, y ella me ayudó a sacar los estudios pertinentes.

—Gracias Kat y por favor no le digas a nadie—

—No te preocupes, solo no tardes en abrir ese sobre—ella me dio un abrazo y eso me hizo sentir mejor.

****
Horas después yo ya me encontraba en casa, con Izan dormido en su cuna y Alex viendo la televisión, caminé hacia mi habitación y cerré la puerta para poder abrir el sobre, que para bien o para mal cambiará las cosas.

Después de leer el resultado todo  comenzó, hacía mucho tiempo que no me pasaba esto, pero no podía respirar lágrimas resbalaban por mis mejillas, y la ansiedad se apoderó de mí.

—Dios no de nuevo por favor, no ahora—mi desesperación no era un paso correcto para lograr respirar, pero no podía calmarme.

Comencé a caminar para tranquilizarme, pero no funcionaba, no era la primera vez que tenía un ataque de pánico, pero si era la primera vez que sentía un terror así, sin querer tiré mi lámpara de noche supongo que eso lo alertó, ya que después de un rato lo tuve frente a mí.

—Lex solo es un ataque de pánico has tenido miles vas a estar bien, mírame ya va a pasar—el me sentó sobre sus piernas y comenzó a acariciar mi cabello.

—No, no puedo Alex, no puedo—comencé a marearme, y eso me asustó más, ni siquiera podía parar de sollozar y temblar.

—Estás a salvo Lexie, concéntrate en respirar, respira conmigo, inhala y exhala, todo estará bien—poco a poco el aire regreso a mis pulmones.

Alex me miró con preocupación, y en lugar de decirle que no pasaba nada malo, que solo me había asustado y abrumado con la noticia comencé a llorar como una idiota, simplemente no podía parar, me permití derrumbarme y sacar todas esas emociones acumuladas, si bien la mayoría eran emociones buenas, era demasiado para mí, al ser una mujer autista recibir noticias impactantes es muy difícil, y abrumador, en ese momento exacto sentía miedo, inseguridad, pero también, sorpresa, amor y felicidad, en menos de 2 años, abusaron sexualmente de mí, mi mejor amigo se volvió mi pareja, adopté a Izan y ahora sé estoy embarazada, eran demasiados cambios en muy poco tiempo, lo había echo bien hasta ese momento, así que tenía derecho a no ser fuerte por un segundo, y eso estaba bien, no me hacía débil o inútil, simplemente me hacía humana, si bien años de terapia me sirvieron para mantenerme en control y llevar una vida "normal", la única verdad es que sigo siendo una mujer autista, así nací y así moriré, y por más que pueda llegar a parecerme a una persona neutotipica no lo soy, por ende siempre estoy propensa a perder el control, y también está bien, me acepto tal y como soy.

—Pequeña dime que pasa me estás asustando—la voz de Alex me trajo a la realidad.

Con mi carita hinchada le dí un casto beso en los labios, me me bajé de sus piernas para sentarme a su lado y tomarle la mano.

Enamorada De Mi Mejor AmigoOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz