Capítulo 24

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Navidad

-¿Lo amas?

Mike se giró rápidamente casi dejando caer su celular en el proceso. Gabriel llevaba solo el mono de la noche anterior y estaba cruzado de brazos.

-Sí, estaba hablando con mi mejor amigo, Gerd.
-¿Gerd? ¿Qué clase de nombre es ese?
-Es un apodo, su nombre real es April.
-Ese es nombre de chica.
-¡No es cierto, es el nombre de un mes del año!
-Seguro.
-¿Estás celoso?-Mike observó al mayor hacer un puchero.-¡Oh por Dios, estás celoso!
-¡Sí!-ladró acercándose a él y tomándole el rostro con ambas manos.-Ya es suficiente tener que luchar con el idiota de Izán como para tener otro...

Fue interrumpido por el fuerte beso que le propinó el menor, se fundieron en un abrazo mientras seguían besándose.

-Tú no estás en lucha con nadie, Gabriel.-dijo dándole besos en cada parte de su rostro.-Eres el único al que quiero, estrellita.
El mayor le sonrió.-Oye, ¿podría dormir contigo?

Mike asintió felizmente.

-Yo tampoco puedo dormir sin ti.
-Hey, yo no dije eso.
-O sea, ¿qué puedes dormir sin mí después de semejante noche de besos?

El menor se sonrojó y el mayor también, pero luego se vieron a los ojos. El chico le sacó la lengua y un momento después ambos estaban riendo fuertemente.

-No, no puedo.
-Ya sabía, soy insuperable.

Gabriel dejó caer su mono quedándose solo en bóxer y Mike volvió a sonrojarse avergonzado.

-¿Y yo? ¿Lo soy?
-Definitivamente.

El menor lo tomó por el brazo y lo jaló para que cayera en la cama, luego él se acostó a su lado y ambos se metieron debajo del cubrecamas.

Mike se estiró para acostarse sobre él y dejó su rostro sobre el trabajado pectoral. Subió una de sus manos y recorrió con uno de sus dedos de arriba abajo la nariz, las cejas, los labios.

Sintió los pequeños vellos en su rostro y un momento después sintió como el mayor hacia exactamente lo mismo en su rostro; luego metió sus manos en el rosado cabello.

-Creo que podría quedarme así para siempre.
-Yo también, quiero olerte todo el día.
Gabriel se rió.-¿Olerme?
-Sí, ya sé, soy raro.
-Eso es lo que más me gusta de ti.

Mike se sonrojó y se inclinó para besar la nariz del otro.

-Oye, ¿me dejas tomarte una foto?
-Mmh no.
El menor hizo puchero.-Por fis, por fis, por fis.
-De acuerdo, pero solo por ti.

Este sonrió, levantó su celular y en una rápida sucesión de clicks sacó un montón de fotos de Gabriel.

Pero un montón, en serio.

-Ahora selfies.-acercó su rostro al del mayor hasta pegar sus mejillas y tomar las fotos.
-Uff, en serio te gustan las fotos.
-Sí.

Mike se aseguró de tener las mejores fotos suyas con Gabriel-sonriendo, serios y haciendo muecas-, y sólo eliminó una de las que le tomó en solitario a él.

Entonces le envió la ráfaga de fotos a Gerd. Su mejor amigo respondió casi en seguida diciendo: "Diablos, si es real" Y luego: "Y al parecer si encaja en la descripción obscena que me diste de él".

El menor se sonrojó avergonzado.

-¿Se las enviaste a alguien?
-S-sí.-tartamudeó.-A mi mejor amigo, quiere conocerte y yo quiero que lo conozcas pero está lejos. Disculpa, ¿eso te molesta?

Gabriel lo miró serio y en silencio y Mike se preguntó si quizás había arruinado las cosas, pero entonces el mayor sonrió.

-¡Para nada!-después se acercó a él y le dio un beso.-Siempre y cuando solo me tomes fotos a mí.
-De acuerdo, mira, lo intentaré.-dijo entrelazando una de sus manos con una de las de él mientras volvía a acostarse en su pecho.-Pero estas advertido de que voy a tomarte tantas fotos que probablemente enloquezcas.

El mayor se echó a reír.

-Bueno, es algo a lo que tendré que acostumbrarme.

El menor sintió como si fuegos artificiales explotaran en su corazón mientras al mismo tiempo su estómago se llenaba de mariposas.

Se levantó para subirse al regazo a horcajadas e inclinarse y besarlo.

Mike decidió que su nueva cosa favorita en el mundo era estar así con Gabriel.

Esperaba que fuera recíproco; y mientras lo hacían el chico se dio cuenta de que realmente no quería dejar esto, no cuando acabara las festividades y no, bueno, nunca.

Él iba a luchar con uñas y dientes por esto, por sus sentimientos cada vez más fuertes por Gabriel.

Y no le importaba a quien o que perdiera en el proceso.

Un cuento navideñoWhere stories live. Discover now