22. De vuelta

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*Actualización 1/5

Harry se encontraba acurrucado en el sofá junto a su alfa mientras veían su película favorita "The Notebook", el rizado la había visto innumerables veces al punto de saberla de memoria, aún así le encantaba verla y más hacerlo mientras Louis lo abrazaba y lo llenaba de mimos.

Tener sus piernas enredadas a las del más bajito, sentir el ritmo acompasado de su respiración, mientras sus fuertes brazos lo rodeaban por la cintura era un deleite, desearía estar así para siempre o al menos retozar así unos cuantos días más, pero no era un lujo que se pudieran dar.

Mientras él todavía tenía licencia por enfermedad, Louis debía volver a la oficina y ocuparse de todas las reuniones que se habían aplazado, no le gustaba para nada esa idea, si, se estaba comportando un poco mimado y aunque culpaba a su próximo celo la verdad es que pasar junto al chico de ojos azules se había vuelto un hábito, uno que le encantaba. No cambiaría por nada en el mundo aquellos momentos junto a su amado y es que junto a él se sentía pleno y feliz.

No se dio cuenta en qué momento se quedó dormido, pero notó cuando su novio lo depositó con dulzura sobre la cama.

—Veamos otra película Lou— dijo frotándose los ojos, el alfa rio y le dio un beso.

—Hazz, estás agotado y en unas pocas horas amanecerá, habrá noche de películas otro día, por ahora descansa amor.

—Noooo, mañana tienes que ir a la oficina, quiero estar más tiempo contigo.

—Cuando vuelva estaremos juntos todo lo que desees bonito, ahora hay que dormir.

—¿Qué tal si mañana faltas?

—Mmmm no creo que pueda, mi jefe es un neurótico.

—Louehhh— dijo con el ceño fruncido, el alfa, se lanzó a besarlo con una sonrisita burlona.

—Amor, ambos sabemos que amas el trabajo más que cualquier cosa, no estarás tranquilo hasta que tengas todo en orden y me necesitas allá para eso ¿no es así?

No le gustaba admitirlo pero Louis lo conocía demasiado bien, incluso si últimamente estaba siendo caprichoso, su forma de ser no había cambiado completamente, así que no respondió y solo bufó algo molesto y le dio la espalda. El castaño se instaló a su lado abrazándolo y llenándolo de besos, no podía ver el rostro de su omega, pero sabía que estaba sonriendo.

****

Un aroma a humo inundó sus fosas nasales, se despertó de inmediato algo asustado y bajó de inmediato a la planta baja de la casa, entonces distinguió el típico olor de los panqueques y se relajó, eso era obra de su alfa sin lugar a dudas.

Se asomó por el marco de la puerta de la cocina observando la graciosa escena que se presentaba ante sus ojos. Unas masas algo quemadas se hallaban en la mesa y Louis con un sartén prácticamente en llamas corría hacia el lavabo, el rizado quiso contener su risa pero no pudo y estalló en una carcajada, el ojiazul lo miró indignado, con el rostro ruborizado, intentando desaparecer inútilmente los rastros de su fracaso.

—Lou, sabes que no tienes que hacer esto....—dijo entre risas.

—Lo sé, tan solo quería tener un detalle lindo para ti. —se acercó al mayor tomándolo por la cintura, aspirando ambiciosamente aquel aroma a fresas de su omega.

—Haces más difícil el saber que no estarás en casa casi todo el día— replicó con pesadumbre, rodeando el cuello de su alfa con los brazos, Louis lo besó dulcemente y pronto esos besos fueron volviéndose más ardientes, las manos de Louis viajaban por el contorno de su novio con avidez y entonces sonó la alarma, era hora de salir.

My little  secret (omegaverse)Where stories live. Discover now